- PLOC + La Élite + Aspirantes: Ricardo, Juanjo, Tere, Gregorio, Manolo, Jóse y Bea
- Distancia: 53,5 km
- Desnivel: 4.177 mt
- Tiempo: 34h 37'
- 2,3,4 y 5 de julio de 2017
Travesía de 4 días
alrededor del macizo del Vignemale con inicio y final en Bujaruelo. Han sido
cuatro días de buena convivencia, buena armonía, buenas risas y buena compañía,
donde hemos puesto a prueba nuestra resistencia, nuestra fuerza y nuestra agilidad.
El tiempo ha sido
muy bueno durante los cuatro días: sol y
moscas
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Mapa del recorrido circular al macizo del Vignemale |
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Mapa del recorrido de la ascensión al Grand Vignemale |
1. Bujaruelo-Oulettes de Gaube (Domingo 2 de julio de 2017)
Distancia:
16 km. – Desnivel: 1.100 mt positivo y 600 mt negativo. Tiempo: 8:30 h
Salimos de Zaragoza
a las 5:30 de la mañana y llegamos a Bujaruelo a las 8. Allí nos esperaban ya
Manolo y Bea, que habían venido de Alcañiz. Nos tomamos un café con bizcocho
que había hecho Tere, preparamos las mochilas y demás, y comenzamos a caminar
sobre las 8h 40’ aprox.
El sábado había
estado lloviendo todo el día y el ambiente era fresco, pero el domingo amaneció
con buen sol y sin nubes.
Muy animosos y
charradores, emprendimos la marcha siguiendo las marcas del GR-11 por el valle
del río Ara en dirección norte, y chino-chano enseguida llegamos a la cabaña de
Ordiso (9h 50’). Seguimos por la margen izquierda remontando pequeñas cuestas y
pasamos por la confluencia del barranco de Espeluns, donde está la cabaña del
Cerbillonar. Allí sacamos las viandas y almorzamos. (11:10 h).
El valle del Ara es
largo, largo, pero va subiendo poco a poco, sin grandes pendientes y así, entre
charradetas, risas, fotos, mapas y demás llegamos al circo del Ara (14:00 h).
Atrás, a la izda, habíamos dejado el barranco de Batanes y los picos de Neveras
y Aratille. Comimos debajo justo del barranco del Vignemale, admirando enfrente
las agujas de Chabarrau. A nuestra izquierda quedaba el col de Aratille que da
paso al valle que conduce al Refuge de Wallon.
Descansamos un buen rato tirados en la
hierbeta admirando el paisaje de alrededor y, después de una corta, pero dura ascensión,
llegamos al Puerto de los Mulos (15:37 h, 2.591 mt). Risas, fotos, abrazos y
para abajo.
El descenso a
Oulettes es pedregoso y empinado, con restos de algún gran nevero que
descendimos con solvencia y algún culazo. Enseguida vimos las paredes de la
cara norte del macizo del Vignemale que nos dejaron con la boca abierta: ¡Mil
metros de roca en vertical!
Después de unas
cuantas revueltas llegamos a Oulettes de Gaube, un gran circo glaciar, llano,
donde en un extremo queda el refugio y en el otro, los glaciares del Petit y
Grand Vignemale, cada vez más pequeños, en la base del macizo, con las
imponentes Puntas de Chausenque, Pitón Carré
y Grand Vignemale dominando todo el panorama.
Llegamos al Refuge
d’Oulettes de Gaube sobre las 17:10 h. Acomodo, ducha medio caliente a 4 euros
y cerveza medio fresca a 3,50. Primer día salvado con buena nota. Cena a las 19
h, con coktail de bienvenida y presentación de todo el personal del refuge.
Menú: Coktail (vino
dulce con galletitas saladas, solo nos tocó una por cabeza), sopa de restos de
lentejas al curry, pollo al curry, queso al curry y pastel de chocolate con
sabor a curry. De postre: Chirigallo de
moscas al curry.
Y antes de las
22:00 todo el mundo a dormir, menos Manolo que hacía más de media hora que
roncaba.
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San Nicolás de Bujaruelo. 8:30 Preparados, listos ¡YA! |
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Cabaña de Ordiso o del Vado, referencia para cruzar al valle de Ordiso |
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La marcha por el valle del Ara es tranquila, se sube poco a poco, sin grandes desniveles, disfrutando del paisaje |
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Enseguida nos aparece el macizo del Vignemale, en este caso nevado por la borrasca del sábado. |
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El río Ara serpentea alegre por el valle dejando buen rastro de piedras a su paso |
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Acercándonos al desvío del barranco de Espelunz. Al fondo, el pico de las Neveras |
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Cabaña de Cerbillonar o de Labaza (1.800 mt) |
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El Recuenco de Labaza es un barranco que baja directamente de los neveros del pico Monferrat y Central. A la izda de la marmolera nevada queda el corredor de la Moscowa que culmina en el collado de Lady Lister, entre el pico Central y el Cerbillona. |
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Mirando mapas para confirmar picos, valles, corredores, barrancos y demás menesteres... |
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Después de comer, un descanso antes de reemprender la marcha para afrontar el último repecho antes del puerto |
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Circo del valle del Ara con las Agujas de Chabarrau al fondo, frontera entre España y Francia |
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Las últimas rampas hacia el puerto son empinadas y pedregosas, pero es una subida corta |
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Atrás queda el valle del Ara, largo como un día sin pan |
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Puerto de los Mulos (2.594 mt) paso fundamental que da acceso al refugio francés de Oulettes desde Bujaruelo y desde ahí se puede obtener acceso a la cara norte del macizo del Vignemale |
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Descansando después de la corta y dura subida al puerto. Parece que a alguno le ha costado más porque no se aguanta sentado... |
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El descenso a Oulettes es pedregoso y empinado, con restos de algún gran nevero que descendimos con solvencia y algún culazo. |
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Enseguida vimos las paredes de la cara norte del macizo del Vignemale que nos dejaron con la boca abierta: ¡Mil metros de roca en vertical! |
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¡Qué panorama! |
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Restos del glaciar des Oulettes. Se ven los restos de los seracs que se desploman al llegar a la roca |
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Al comienzo del llano queda el Refugio d' Oulettes de Gaube, bajo las paredes del Pic Araillé. |
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¡Ojo por ahí, José! Que las cabras montesinas tienen muy mal perder... |
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¡Mira, qué majos! Bien duchados y limpios, y con buena gana... |
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Luna en cuarto creciente sobre las paredes de la cara norte del Vignemale |
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Últimas rayos de sol sobre sobre las cumbres del Vignemale con restos de la bruma en Oulettes que sube y baja del Gave de Gaube |
2. Oulettes de Gaube-Bayssellance (Lunes 3 de julio de 2017)
Distancia:
13,40 km. – Desnivel: 1.317 mt positivo y 817 mt negativo. Tiempo: 8:46 h
Con mucho sueño y
modorra (Gregorio y Manolo venga hacerse el remolón…) nos levantamos temprano,
para desayunar a las 6:00 lo de costumbre: Lait,
café agüé, infusionés y tostés avec beurre y mermeladé.
Cuando salimos del
refugio, los primeros rayos de sol ya daban en las cumbres del Vignemale, tiñendo de un tono dorado las
puntas que nos dejó boquiabiertos. ¡Un espectáculo!
Comenzamos a
caminar (6:55 h) enfilando las 22 revueltas que nos conducían directamente a la
Hourquette d’Ossoue (como en L’Alpe d’Huez), por una senda bien
trazada sin neveros, bajo la sombra que nos daba el Pic de la Sède, en una
mañana fresquita pero muy luminosa.
Llegamos en un
pispás a la Hourquette (8:45 h). De
allí se ve muy cerqueta el refugio de Baysellance
en el que estaba aterrizando el helicóptero des Gendarmes. Dejamos las pesadas
mochilas en el collado (estaban por allí las ovejas-perro del refugio que iban
a velar por nuestros enseres) y comenzamos la ascensión al Petit Vignemale.
La subida es una
senda burros que va zigzagueando por el lomo del pico hasta alcanzar los 3.032m
de altitud. Eran las 10 de la mañana cuando llegamos a la cumbre. Alegría
desbordada, abrazos sinceros y achuchones varios para celebrar el primer tresmil de la travesía. Para Jóse era su
primero, y se le nombró caballero de los tresmiles
y photoreporter oficial de la
travesía.
Hay muy buenas
vistas desde la cumbre, sobre todo hacia el macizo de Monte Perdido, Marboré,
picos de la Cascada, Casco, Brecha de Rolando, el Dedo, Taillón y Cascada de
Gavarnie. ¡Impresionante!
Bajamos casicorriendo hasta el collado (10:35 h)
y allí almorzamos nuestras viandas: jamón, panceta, chorizo, fuet, Idiazábal,
tortitas con quesito, ciruelas-pasas adatiladas,
frutos secos… ¡Hasta huevos duros! ¡El paraíso de las viandas!
Como era temprano
decidimos subir al Pic de la Sède (
2.976 mt). Comenzamos la ascensión (11:12 h) haciendo una media ladera hasta
alcanzar la cresta del pico. Es una cresta larga y bien definida, entretenida y
nada complicada, con mucho espacio que requiere algún agarre de vez en cuando.
Llegamos a la quasicima a las 12:20h (quasicima porque nos faltaron 20m a la cima, nos confundimos de vía y por no
retroceder, bajar un trecho y volver a subir nos conformamos y dimos por buena
la cumbre). Fotos, abrazos, achuchones, trago de agua… Bajamos al collado cada
uno por donde le vino en gana, en un sálvese
quien pueda como el ejército de Pancho Villa (menos la Bea, que le había
dicho su José Mari que no se separara de Manolo, y fue su sombra todo el
camino).
Llegamos de nuevo a
la Hourquette (13:38 h), nos
recompusimos una miaja, recogimos las
mochilas y bajamos directamente al Refuge
de Bayssellance (14:13 h). Ya había bastante gente, nos echamos a la sombreta del refugio y, con unas buenas
y frescas cervezas Leffe de 50cl (6€), comimos más de lo mismo. Allí
disfrutamos de la compañía y habilidades de la oveja-perro-chupahielo, macho
Alfa de la manada.
Después de la
siesta, nos acomodamos en la habitación
que nos tocó en suerte y como era temprano (16:10 h) y teníamos ganas de
estirar las piernas nos fuimos al Col de
Labas para ver la panorámica que había del Glaciar de Ossoue. No nos costó nada… 32’. Fuimos por una sendeta colgada, estrecha y graciosa que
llevaba directamente al puerto. Unas risas, unas fotos y vuelta pa’ casa…
A la vuelta vimos
una balseta de agua cerca del
refugio, junto a unos iboncitos con
nieve y hielo y donde creímos que podía ser un buen sitio para hacerse unas
abluciones, pues este refugio no cuenta con duchas, y el sudor y el olor,
después de todo el día caluroso que tuvimos, no eran buenos compañeros para el
descanso.
La Balseta de Bayssellance, para algunos un
charco de sirrio, es la solución para
el calor, el sudor y el olor. Allí nos fuimos José, Manolo, Ricardo, Juanjo y
Tere y, en colitatis, encontramos el
gozo. ¡Qué buena estaba el agua! Nos quedamos como nuevos… Bea hizo sus
abluciones en los lavabos del Refugio y Gregorio es inmune a todo eso…
Cenamos a las 20h
porque hubo un rescate en helicóptero de una mujer que llevaba el hombro
dislocado y se retrasó la cena: Sopa-puré claro de nosesabequéverduras, estofado de ternera con pasta de fideos
gordos, queso de cabra-oveja-vaca y natillas con tejita. En esta ocasión los refugieros no nos dieron la bienvenida,
sino que subliminalmente, finamente, como quien no quiere la cosa… nos dijeron
que si habíamos sido nosotros los que nos habíamos confundido-chorizado una botas Sportiva del refugio d’Oulettes…
¡Hay que joderse con la carga leña! ¿Tendremos cara de chorizos?
A las 21:30 a la
cama… y mañana, más.
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Después de una noche toledana, por calurosa, no por ruidosa, estamos ya dispuestos para arrancar |
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Los primeros rayos iluminan las cumbres |
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Negociando las 22 revueltas que nos conducían directamente a la Hourquette d’Ossoue, por una senda bien trazada sin neveros, bajo la sombra que nos daba el Pic de la Sède, en una mañana fresquita pero muy luminosa. |
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Hourquette d’Ossoue (2.734 mt) |
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Mires por donde mires, es espectacular |
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Petit Vignemale (3.034 mt) Desde la Hourquette, la subida es una senda burros que va zigzagueando por el lomo del pico hasta alcanzar la cima |
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Al otro lado del col queda el Pic de la Sède (2.976 mt) que los ascenderíamos a continuación |
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Panorámica hacia la Gave des Oulettes y el Lac de Gaube hacia Pont d'Espagne |
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Panorámica del macizo de Monte Perdido y Circo de Gavarnie al fondo, y del Puy Mourou en primer término |
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Viendo el aterrizaje de un helicóptero en el refugio |
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Refuge de Bayssellance (2.651 mt)
Construido en 1899 y renovado en el 2003, este refugio conserva su peculiaridad arquitectónica: techo de cobre y estructura en bóveda. Es uno de los untos de partida de la ruta normal del Vignemale y paso esencial el GR10 o la Alta Ruta Pirenáica. Es un lugar ideal para disfrutar de un buen ambiente de alta montaña y del Glaciar d'Ossau y descubrir la fauna, la flora y la geología de Pirineos, disfrutando, a la vez, de la calidez y amabilidad de una noche en el refugio, si no te insinúan que te has llevado unas Sportiva. |
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¡Cómo les gusta ir por las pinganetas! |
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¡Yuhu! Petit Vignemale ( 3.032 mt) |
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Mires por donde mires hay unos cinglos... |
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Y como bajando , hasta la mierda corre... Bajamos casicorriendo hasta el collado (10:35 h) y allí almorzamos nuestras viandas: jamón, panceta, chorizo, fuet, Idiazábal, tortitas con quesito, ciruelas-pasas adatiladas, frutos secos… ¡Hasta huevos duros! ¡El paraíso de las viandas! |
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Como era temprano decidimos subir el otro pico |
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¡Qué bonito! |
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Comenzamos la ascensión (11:12 h) haciendo una media ladera hasta alcanzar la cresta del pico |
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A nuestra espalda quedaba el Vignemale y ya comenzaba a verse el glaciar d' Ossoue y el Montferrat |
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La cresta es larga y bien definida, entretenida y nada complicada, con mucho espacio, que requiere algún agarre de vez en cuando. |
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Pic de la Sède (2.976 mt) Llegamos a la quasicima a las 12:20h (quasicima porque nos faltaron 20m a la cima, nos confundimos de vía y por no retroceder, bajar un trecho y volver a subir nos conformamos y dimos por buena la cumbre) |
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Bajamos al collado cada uno por donde le vino en gana, en un sálvese quien pueda como el ejército de Pancho Villa (menos la Bea, que le había dicho su José Mari que no se separara de Manolo, y fue su sombra todo el camino). |
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Y ya en el refugio nos esperaba la oveja-perro. Iba detrás de cada cosa que le tirabas ¡lo menos le parecía que le íbamos a tirar un remostrón de pan! |
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Refuge de Bayssellance (14:13 h) Ya había bastante gente revoloteando como las moscas..., comimos, cerveceamos y nos echamos despatarraos a la sombreta del refugio |
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Después de la siesta, nos acomodamos en la habitación que nos tocó en suerte y como era temprano (16:10 h) y teníamos ganas de estirar las piernas nos fuimos al Col de Labas para ver la panorámica que había del Glaciar de Ossoue. No nos costó nada… 32’. Fuimos por una sendeta colgada, estrecha y graciosa que llevaba directamente al puerto |
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Col de Labas (2.721 mt) |
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En los alrededores del refugio quedaban unos cuantos neveros que ocultaban unos pequeños ibones. Entre ellos se escondía La Balseta de Bayssellance, para algunos un charco de sirrio, que fue la solución para nuestro calor, sudor y mal olor. |
3. Grand Vignemale (Martes 4 de julio de 2017)
Distancia:
9,70 km. – Desnivel: 1.148 mt positivo y negativo. Tiempo: 9:46 h
Después de una
cálida y calurosa noche…¡Llegó nuestro gran día! Hoy nos hemos levantado todos
muy templaos, sin ronroneos ni
carantoñas mañaneras. Desayuno de costumbre a las 6 de la mañana y, ligeros de
equipaje, nos ponemos en marcha a las 6:30 h.
Descendemos 120 mt por la senda hacia el
barranco d’Ossoue para girar a la derecha bajo la cresta del Petit, ascendiendo
por los restos de la morrena glaciar hasta llegar a la base del Glaciar
d’Ossoue (7:30 h) a 2.700 mt de altitud.
Allí nos calzamos
los crampones, nos recolocamos vestiduras, pantalón largo, camisa manga larga,
guantes y polainas. Nerviosos, pero con ganas, iniciamos las primeras rampas de
la lengua glaciar, uno detrás de otro, siguiendo el ritmo que nos marcaba
Ricardo y, sin darnos cuenta, superamos las rampas más empinadas del glaciar
hasta llegar al inicio del plateau,
rodeados por más de 9 picos de más de 3.000 metros (3.100 mt).
Allí nos juntamos
con un matrimonio francés, (igual tenían cerca de los 80 años… ¡qué valientes!)
repartimos risas y caramelos con ellos y, mientras platicábamos, nos pasaron
tres franceses que nos cogieron ventaja para subir primeros por las paredes del
Grand Vignemale… y eso es un puntazo, pues si comienzas primero las canales no
te tira nadie piedras...
Llegamos a la base
del pico a las 9:30, dejamos junto a la rimaya las mochilas y, ligeros de
equipaje, emprendimos la ascensión final. Nada más empezar se oímos: “¡pierre,
pierre, pierre…!” Me ca… qué pedrusco… nos apartamos, pero una piedreta de nada
se convirtió en un boom de piedras cuando llegaron abajo. (Los franceses que se
nos adelantaron en el glaciar…).
Ante tal peligro
decidimos salir de las canales por donde iban ellos y fuimos hacia la derecha
siguiendo unos restos de tornillos encastrados en la piedra y, sin darnos
cuenta, llegamos a la última cueva, la más alta, que construyó el Conde Russell
para gozar de sus estancias en el Grand Vignemale. Y en nada nos encontramos en
la cima. Esperamos a Ricardo que había decidido subir por las canales y allí,
en la cima, a 3.298 mt, llenos de
emoción y alegría, nos dimos un gran abrazo, satisfechos de haber superado el
gran reto que había supuesto para todos nosotros esta ascensión. (10:12 h).
Brindamos con
champagne francés que nos ofrecieron los franceses tirapierres, contemplamos unas vistas inigualables, hicimos unas fotos
por aquí, por allá, comimos unos frutos secos, bebimos un trago de agua y parabajo.
La ascensión final
al Grand Vignemale es un poco enrevesada, porque no hay un camino definido por
donde sube todo el mundo, sino que hay unas canales con bastante piedra suelta
que tienes que ir sorteando, una a una, cada uno a su bolo, buscando siempre el
camino más cómodo, hasta que poco a poco estás arriba. La bajada es un poco más
de lo mismo… se baja buscando el camino más cómodo y fácil hasta llegar a la
base. (11:30 h)
Recogimos las
mochilas y demás útiles y salimos de allí pitando, por si acaso nos caían pierres. Pasamos por las tres grutas de
Russell, quedan a unos 10 metros de altura del glaciar, lo que da idea de la
disminución del volumen glaciar en estos últimos años y llegamos así al Col de Cerbillona (11:38 h).
Sin más dilación
emprendimos la subida al Pic du Clot de la Hount (3.289 mt), por la cresta
lomera, estrecha, revirada, pero sin más complicaciones y llegamos a la cima a
las 12:08. ¡Yuhu!
Volvimos a bajar al
collado y, sin más, al Pic Cerbillona (3.247 mt), 8min y ¡Yuhu! … otro tresmil
al bolsillo (12:32 h). Parabajo… al
collado de Lady Lyster y, en 8 min al Pic Central (3.235 mt) … y otro tresmil…¡Yuhu!
En el collado de
Lady Lyster a 3.200 mt acaba el corredor de la Moscowa que sube directamente
del valle del Ara, a la altura de la cabaña del Cerbillonar, con un desnivel de
1.600 mt. Allí comimos tranquilamente, muy satisfechos por todo lo que habíamos
logrado.
A las 14:20
iniciamos el descenso cruzando el glaciar en cuatro patadas, caminando ya muy
sueltos por la nieve. Hicimos unas prácticas de piolet y llegamos a la morrena
(15:23 h) donde nos quitamos los crampones. Una gaseosa de papel y al refugio.
Llegamos cansados, pero muy contentos y henchidos de emoción (16:18 h).
Baño en la Balseta del sirrio con turno de chicas y
chicos, cervezón Leffe fresco, fresco y la cena a las 19 h: Sopa-puré claro de nosesabequéverduras, estofado de ternera
con arroz, queso de cabra-oveja-vaca y
compota de manzana con tejita.
A dormir a las
21,30 en una habitación repleta de gente y mochilas y ventana abierta!!!!!
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Amanecer en Bayssellance viendo como los primeros rayos de sol acariciaban las cumbres del Casco, Brecha de Rolando, Punta Bacillac y Taillón |
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Hoy nos hemos levantado todos muy templaos, sin ronroneos ni carantoñas mañaneras. Desayuno de costumbre a las 6 de la mañana y, ligeros de equipaje, nos ponemos en marcha a las 6:30 h. |
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Descendemos 120 mt por la senda hacia el barranco d’Ossoue para girar a la derecha bajo la cresta del Petit Vignemale, ascendiendo por los restos de la morrena glaciar. |
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Nos calzamos los clavetes... comienzan las ansias.. |
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Base del Glaciar d’Ossoue (7:30 h) a 2.700 mt de altitud. |
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Lo que queda de la lengua glaciar, las pendientes más pronunciadas hasta llegar al plateau |
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Ayudados por los bastones, no hizo falta el jartiller picudo, acometemos las primeras rampas |
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Los aspirantes enseguida aprendieron la lección y, en formación, no le perdieron el paso al montañero Alfa |
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Glaciar d'Ossoue (3.100 mt) Es el segundo glaciar más grande del pirineo, con 40 ha y el único de todo los glaciares del Pirineo que tiene una lengua. Es uno de los glaciares que mejor se conservan, gracias a su gran espesor. Se encuentra en el macizo del Vignemale, a una altura mínima de 2850 metros y una longitud de 1,4 km. En el año 1924, la superficie que ocupaba el glaciar francés de Ossoue (Vignemale, 3.299 metros) era de unas 95 hectáreas, mientras que en el año 2011 su extensión se ha reducido a unas 45 hectáreas. Tenía entonces -a principios del siglo pasado- unos 115 metros de espesor, mientras que ahora no tiene más de 35 o 40 metros. El espesor del Ossoue se ha recortado, desde el año 2001, en unos 19 metros, y su longitud ha menguado 145 metros (mide 1,4 kilómetros, cuando llegó a tener incluso 2,4 kilómetros a mitad de siglo XIX. Su nieve y viabilidad en general son buenos al comienzo del verano, pero su condición se deteriora rápidamente a continuación, dependiendo del año: no es raro encontrar grietas a finales de verano, sobre todo en su parte baja. |
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Manolo agüaitando al Couloir de Gaube ¡Ojo no caigas! |
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Poco a poco vamos progresando |
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Nos desviamos de los pedruscos que tiraban unos franceses y subimos por unas lastras yéndonos hacia la derecha |
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A gatas, a culazos, a empujones, a... como podemos vamos subiendo por repisas, canales, intuyendo la ruta de subida. |
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Grote du Comte Russell La muerte de Henry Patrick MarieLe Paradis, la séptima cueva de Russell, sería construida a golpe de explosivo entre los años 1892 y 1893, 48 metros por debajo de la cima. Habían pasado 30 años desde su primer ascenso y quería celebrar sus “bodas de plata”. |
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Mírala!!! Como si nada...a 3.250 mt y tan feliz... parece un pollé en el nido |
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Últimos metros para la cima |
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Grand Vignemale (3.298 mt) |
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La soledad del Pilón |
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El circo glaciar a nuestros pies |
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Toca bajar. La bajada es un poco más de lo mismo… se baja buscando el camino más cómodo y fácil |
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Estas lastras veryinclenés nos trajeron por la calle de la amargura... quizás lo que más nos costó superar |
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Recogimos las mochilas y demás útiles y salimos de allí pitando, por si acaso nos caían pierres. |
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Pasamos por las tres grutas de Russell, quedan a unos 10 metros de altura del glaciar, lo que da idea de la disminución del volumen glaciar en estos últimos años. |
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Les Grotes de Russell
En agosto de 1882, se completó la primera, que se llamaría Villa de Russell. Pasó allí tres días e invitó a sus amigotes para la inauguración; entre ellos Henri Passet. En 1885 mandó construir la segunda Cueva de los Guías, y luego en 1886, la tercera: la Cueva de las Damas. 120 años más tarde, el glaciar ha bajado tanto que subir a las cuevas requiere de una pequeña escalada...
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Pitón Carré (3.197 mt) y Pointe Chausenque (3.203) |
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Glaciar d'Ossoue, desde el Col de Cerbillona |
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Panorámica hacia el oeste Valle del Ara con el Barranco de Batanes, Bramatueros, Collado de Letrero...., al fondo, Infiernos, Garmos y Valle de Tena con la Sierra de la Partacua |
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Sin más dilación emprendimos la subida al Pic du Clot de la Hount (3.289 mt), por la cresta lomera |
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Cresta hacia el collado y pico de Cerbillona |
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La cresta lomera al pico es estrecha, revirada, con algún paso aéreo y delicado, pero sin más complicaciones |
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Pic du Clot de la Hount (3.291 mt) |
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La panorámica es estremecedora. Mires hacia donde mires, impresiona |
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Bea, el pie... aquí. Que te ha dicho José Mari que seas mi sombra y que me hagas caso... (Manolo, el de la Fani, dixit) |
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¡Fíjate! Dónde se cría ésta... En una endrijeta de nada... |
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No sólo aprobados... Matrícula Cum Laude |
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Valle del Ara |
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Pic Central (3.201 mt) Nuestro cuarto tresmil del día |
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Por aquí, por allá... ¡Habrá que almorzar o qué! |
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Cresta que une el Pic Central con el Montferrat. La marmolera, afilada como un cuchillo, luce al sol |
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Ruta de ascensión al Grand Vignemale |
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En el collado de Lady Lyster a 3.200 mt acaba el corredor de la Moscowa que sube directamente del valle del Ara, a la altura de la cabaña del Cerbillonar, con un desnivel de 1.600 mt. Allí comimos tranquilamente, muy satisfechos por todo lo que habíamos logrado.Según parece, este sería el itinerario seguido durante la primera ascensión del Vignemale a cargo de la británica Lady Ann Lister el 7 de agosto de 1838, acompañada por los guías Jean-Pierre Charles, Jean-Pierre Sanjou y Henri Cazaux. Curiosamente en aquella época no eran pocos los turistas que se acercaban al pirineo para explorar sus montañas, acompañados de guías locales. El nombre de Moskowa, proviene del cazador Napoleón-Joshep Ney, príncipe de la Moskowa que apareció 3 días después del ascenso de Lady Lister y tras culminar su objetivo reclamaría para sí la primera. Lógicamente la impugnación de Ann Lister no se hizo esperar y volvió para Saint Sauver para hacer confesar a Cazaux, a quien todavía no había pagado su “servicio”. |
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A las 14:20 iniciamos el descenso cruzando el glaciar en cuatro patadas, caminando ya muy sueltos por la nieve, al estilo Pancho Villa, muy característico de la Élite
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Ya al final de la lengua glaciar nos hicimos una gasioseta de papel con las primeras aguas cristalinas surgidas del Glaciar d' Ossoue |
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La panóramica hacia el Gave d'Ossoue y Monte Perdido es realmente espectacular |
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Las primeras nubes aparecen sobre el macizo |
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Después de liberarnos de los hierretes, en cuatro brincos, llegamos al refugio, cansados, pero muy contentos y henchidos de emoción (16:18 h) |
4. Bayssellance-Bujaruelo (Miércoles 5 de julio de 2017)
Distancia:
14,4 km. – Desnivel: 612 mt positivo y 1.902 mt negativo. Tiempo: 7:35 h
Nos hemos levantado
a la hora de costumbre, hemos roncado lo de costumbre, hemos desayunado lo
de costumbre y nos hemos puesto en marcha, como de costumbre, antes de la 7 de
la mañana.
Descendemos hacia
el valle y en 20’ estamos en las grutas de Bellevue. Éstas se encuentran al pie del glaciar de
Cerbillona, o lo que queda de él, a 2.378 mt. Cuando el glaciar cubría las
cuevas superiores, 800 m más arriba, Russell, ni corto ni perezoso, mandó
construir éstas en 1888. Pasarían a conocerse como las cuevas de
Bellevue, porque tienen una vista… ¡Espectacular!
Seguimos
descendiendo por una senda muy bien trazada bajo la Crète du Monferrat y le
Pont de Neige hasta llegar al Ruisseau des Oulettes, un llano inmenso por donde
discurren serpenteando tranquilamente las aguas del macizo del Vignemale, allí ya comienza a darnos el sol. Nos ungüentamos
bien de crema y seguimos hasta el Barrage d’Ossoue (embalse d’Ossoue). (9:20
h).
Tomamos el desvío a
la derecha por la HRP 10 e iniciamos el ascenso por la Vallée de la Canau.
Pasamos por la cabaña de Lourdes (10:05) y observamos unas marmotas juguetonas
que habían salido al recreo, la cabaña parecía estar ocupada… Seguimos
caminando a las 10:30 y paramos a almorzar para acabar con los restos de comida
que nos quedaban… ¡Aún sobraron! ¡Qué buena es la abundancia!
Nos quedaban las
últimas cuestas hasta el collado… y… ¿Quién le dio a Bea las pasas
acirueladas-datiladas?... Enganchó a correr y no podíamos seguirla… ¡Lo que es
la juventud! Y con estos correcalles llegamos al collado de Bernatuara (11:40 h
– 2.342 mt). Allí mismo debajo está la cubeta perfecta del ibón, muy, muy
bonito… para pasar una noche junto al lago y ver las estrellas… ¡Preciocio!
Nos quedaba por
delante un largo descenso, 1.100 mt, bastante penoso, siempre al sol que más
calienta, por laderas descarnadas de sálvese quien pueda, bajo la atenta mirada
de los picos Bernatuara y Crapera, Sierra de Sandaruelo… aunque, eso sí,
poblaba de floretas y más floretas, para el goce y disfrute de nuestros
aspirantes.
Bajamos, bajamos y
bajamos… y no se acaba nunca… ¡A tomar pol saco, ya no aguanto más el sol…! (Ricardo,
dixit) pfiummmm… le da la turuntela y desaparece. El resto nos lo tomamos con
calma y sudor.
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Descendemos por el valle por una senda perfectamente trazada enlazando revuelta tras revuelta |
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Grutas de Bellevue
Las 3 primeras cuevas que hizzo construir el Conde se encuentran poco antes de enfilar los últimos metros hacia el refugio de Baysellance, a 2.400 m, en la cabecera del glaciar de Ossau. Cuando el glaciar cubría las cuevas superiores, 800 m más arriba, Russell, ni corto ni perezoso, mandó construir éstas en 1888. Pasarían a conocerse como las cuevas de Bellevue. Allí montaba buenas juergas con sus amigos más íntimos |
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Ruisseau des Oulettes |
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Imponente cascada en Le Pont de Neige |
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Pallá..... |
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Le Barrage d' Ossoue |
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Atrás queda el valle d'Ossoue, con sus variopintos circos a la sombra del gran Montferrat y el coqueto Tapou |
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Nada más cruzar la presa del embalse, tomamos el desvío a la derecha por la HRP 10 e iniciamos el ascenso por la Vallée de la Canau |
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Seguimos caminando a las 10:30 h y paramos a almorzar para acabar con los restos de comida que nos quedaban… ¡Aún sobraron! ¡Qué buena es la abundancia! |
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Nos quedaban las últimas cuestas hasta el collado… y… ¿Quién le dio a Bea las pasas acirueladas-datiladas?... Enganchó a correr y no podíamos seguirla… ¡Lo que es la juventud! |
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Puerto de Bernatuara (2.342 mt) |
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Última lectura del mapa y adelante... Que sí , Manolo, que sí, que ese es el Pic de la Sède... no lo ves en el mapa... (No sé si se quedó muy convencido...) |
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Ibón de Bernatuara Una cubeta perfecta, muy, muy bonito… para pasar una noche junto al lago y ver las estrellas… ¡Preciocio!
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Como ya estamos en L'Espagne... ¡A cantar una jota! |
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Bordeamos el ibón por la izquierda para iniciar la bajada a Bujaruelo. Nos quedaba por delante un largo descenso, 1.100 mt, bastante penoso, siempre al sol que más calienta, por laderas descarnadas de sálvese quien pueda, bajo la atenta mirada de los picos Bernatuara y Crapera, Sierra de Sandaruelo… aunque, eso sí, poblaba de floretas y más floretas, para el goce y disfrute de nuestros aspirantes. |
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Reflejos |
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Edelweis |
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Pedo de lobo |
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Siempreviva de montaña |
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Lirios y erizón |
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Bajamos, bajamos y bajamos… y no se acaba nunca… Muy cansados y acalorados, aunque no se nos nota... siempre contentos y sonrientes |
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Las laderas de Sandaruelo están cubiertas por erizón en flor |
Y llegamos a San Nicolás de Bujaruelo a las 14:25 h.
Muertos-mataos, sólo pensábamos en dos cosas: El baño y la cerveza.
Nos dimos un rico y fresco baño debajo del puente, aunque alguna fresca con poner los pies dentro ya tiene bastante… y fuimos a buscar la guinda de toda la travesía: ¡Huevos fritos con jamón y abundante cerveza!... ¡Lo mejor de la excursión!
¡Vive le Vignemale!
Jo!. Ha sido como volver a vivirlo. Genial!
ResponderEliminar¡Me encanta todo! ¡Qué bien lo habéis debido de pasar! A Gregorio le mejora la cara conforme pasa el día, mamá en alguna foto pareces una cagaleta, Rodrigo un valiente con su dedo del pie, y ¿con un pico por día no teníais suficiente?
ResponderEliminarPor cierto, nunca he visto una edelweis. Nunca
ResponderEliminarJolin¡!!!! No gusta .....me encanta¡!!! Tal y como pasó así sin más, contado con todo detalle sabiendo exactamente que contar para que sea perfecto ¡!!!
ResponderEliminarMe encanta, pero menos mal que no fui me hubiera "muerto" el primer día!!!
ResponderEliminar¡Me lo has quitado, Eva!, ¡agotado he terminado solo de leerlo! Vaya pedazo de excusión. Alucinante. Aunque con algún vertigio. Para mi próxima reencarnación...
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