miércoles, 12 de julio de 2017

MTMO Travesía Vignemale

  •  PLOC + La Élite + Aspirantes: Ricardo, Juanjo, Tere, Gregorio, Manolo, Jóse y Bea
  • Distancia: 53,5 km
  • Desnivel: 4.177 mt
  • Tiempo: 34h 37'
  • 2,3,4 y 5 de julio de 2017
Travesía de 4 días alrededor del macizo del Vignemale con inicio y final en Bujaruelo. Han sido cuatro días de buena convivencia, buena armonía, buenas risas y buena compañía, donde hemos puesto a prueba nuestra resistencia, nuestra fuerza y nuestra agilidad.
El tiempo ha sido muy  bueno durante los cuatro días: sol y moscas


Mapa del recorrido circular al macizo del Vignemale
Mapa del recorrido de la ascensión al Grand Vignemale
1. Bujaruelo-Oulettes de Gaube  (Domingo 2 de julio de 2017)
Distancia: 16 km. – Desnivel: 1.100 mt positivo y 600 mt negativo. Tiempo: 8:30 h
Salimos de Zaragoza a las 5:30 de la mañana y llegamos a Bujaruelo a las 8. Allí nos esperaban ya Manolo y Bea, que habían venido de Alcañiz. Nos tomamos un café con bizcocho que había hecho Tere,  preparamos  las mochilas y demás, y comenzamos a caminar sobre las 8h 40’ aprox.
El sábado había estado lloviendo todo el día y el ambiente era fresco, pero el domingo amaneció con buen sol y sin nubes.
Muy animosos y charradores, emprendimos la marcha siguiendo las marcas del GR-11 por el valle del río Ara en dirección norte, y chino-chano enseguida llegamos a la cabaña de Ordiso (9h 50’). Seguimos por la margen izquierda remontando pequeñas cuestas y pasamos por la confluencia del barranco de Espeluns, donde está la cabaña del Cerbillonar. Allí sacamos las viandas y almorzamos. (11:10 h).
El valle del Ara es largo, largo, pero va subiendo poco a poco, sin grandes pendientes y así, entre charradetas, risas, fotos, mapas y demás llegamos al circo del Ara (14:00 h). Atrás, a la izda, habíamos dejado el barranco de Batanes y los picos de Neveras y Aratille. Comimos debajo justo del barranco del Vignemale, admirando enfrente las agujas de Chabarrau. A nuestra izquierda quedaba el col de Aratille que da paso al valle que conduce al Refuge de Wallon.
 Descansamos un buen rato tirados en la hierbeta admirando el paisaje de alrededor  y, después de una corta, pero dura ascensión, llegamos al Puerto de los Mulos (15:37 h, 2.591 mt). Risas, fotos, abrazos y para abajo.
El descenso a Oulettes es pedregoso y empinado, con restos de algún gran nevero que descendimos con solvencia y algún culazo. Enseguida vimos las paredes de la cara norte del macizo del Vignemale que nos dejaron con la boca abierta: ¡Mil metros de roca en vertical! 
Después de unas cuantas revueltas llegamos a Oulettes de Gaube, un gran circo glaciar, llano, donde en un extremo queda el refugio y en el otro, los glaciares del Petit y Grand Vignemale, cada vez más pequeños, en la base del macizo, con las imponentes  Puntas de Chausenque, Pitón Carré y Grand Vignemale dominando todo el panorama.
Llegamos al Refuge d’Oulettes de Gaube sobre las 17:10 h. Acomodo, ducha medio caliente a 4 euros y cerveza medio fresca a 3,50. Primer día salvado con buena nota. Cena a las 19 h, con coktail de bienvenida y presentación de todo el personal del refuge.
Menú: Coktail (vino dulce con galletitas saladas, solo nos tocó una por cabeza), sopa de restos de lentejas al curry, pollo al curry, queso al curry y pastel de chocolate con sabor a curry. De postre: Chirigallo de moscas al curry.
Y antes de las 22:00 todo el mundo a dormir, menos Manolo que hacía más de media hora que roncaba.
San Nicolás de Bujaruelo. 8:30 Preparados, listos ¡YA!
Cabaña de Ordiso o del Vado, referencia para cruzar al valle de Ordiso

La marcha por el valle del Ara es tranquila, se sube poco a poco, sin grandes desniveles, disfrutando del paisaje

Enseguida nos aparece el macizo del Vignemale, en este caso nevado por  la borrasca del sábado. 


El río Ara serpentea alegre por el valle dejando buen rastro de piedras a su paso

Acercándonos al desvío del barranco de Espelunz. Al fondo, el pico de  las Neveras

Cabaña de Cerbillonar o de Labaza (1.800 mt)

El Recuenco de Labaza es un barranco que baja directamente de los neveros  del pico Monferrat  y Central. A la izda de la  marmolera nevada queda el corredor de la Moscowa que culmina en el collado de Lady Lister, entre el pico Central y el Cerbillona.
Mirando mapas para confirmar picos, valles, corredores, barrancos y demás menesteres...

Después de comer, un descanso antes de reemprender la marcha para afrontar el último repecho antes del puerto


Circo del valle del Ara con las Agujas de Chabarrau al fondo, frontera entre España y Francia


Las últimas rampas hacia el puerto son empinadas y pedregosas, pero es una subida corta

Atrás queda el valle del Ara, largo como un día sin pan


Puerto de los Mulos (2.594 mt) paso fundamental que da acceso al refugio francés de Oulettes desde Bujaruelo y desde ahí se puede obtener acceso a la cara norte del macizo del Vignemale

Descansando después de la corta y dura subida al puerto. Parece que a alguno le ha costado más porque no se aguanta sentado...

El descenso a Oulettes es pedregoso y empinado, con restos de algún gran nevero que descendimos con solvencia y algún culazo.

Enseguida vimos las paredes de la cara norte del macizo del Vignemale que nos dejaron con la boca abierta: ¡Mil metros de roca en vertical! 

¡Qué panorama!

Restos del glaciar des Oulettes. Se ven los restos de los seracs  que se desploman al  llegar a la roca

Al comienzo del llano queda el Refugio d' Oulettes de Gaube, bajo las paredes del Pic Araillé.

¡Ojo por ahí, José! Que las cabras montesinas tienen muy mal perder...

¡Mira, qué majos! Bien duchados y limpios, y con buena gana...

Luna en cuarto creciente sobre las paredes de la cara norte del Vignemale

Últimas rayos de sol sobre sobre las cumbres del Vignemale con restos de la bruma en Oulettes que sube y baja del Gave de Gaube


2. Oulettes de Gaube-Bayssellance  (Lunes 3 de julio de 2017)
Distancia: 13,40 km. – Desnivel: 1.317 mt positivo y 817 mt negativo. Tiempo: 8:46 h
Con mucho sueño y modorra (Gregorio y Manolo venga hacerse el remolón…) nos levantamos temprano, para desayunar a las 6:00 lo de costumbre: Lait, café agüé, infusionés y tostés avec beurre y mermeladé.
Cuando salimos del refugio, los primeros rayos de sol ya daban en las cumbres del Vignemale, tiñendo de un tono dorado las puntas que nos dejó boquiabiertos. ¡Un espectáculo!
Comenzamos a caminar (6:55 h) enfilando las 22 revueltas que nos conducían directamente a la Hourquette d’Ossoue (como en L’Alpe d’Huez), por una senda bien trazada sin neveros, bajo la sombra que nos daba el Pic de la Sède, en una mañana fresquita pero muy luminosa.
Llegamos en un pispás a la Hourquette (8:45 h). De allí se ve muy cerqueta el refugio de Baysellance en el que estaba aterrizando el helicóptero des Gendarmes. Dejamos las pesadas mochilas en el collado (estaban por allí las ovejas-perro del refugio que iban a velar por nuestros enseres) y comenzamos la ascensión al Petit Vignemale.
La subida es una senda burros que va zigzagueando por el lomo del pico hasta alcanzar los 3.032m de altitud. Eran las 10 de la mañana cuando llegamos a la cumbre. Alegría desbordada, abrazos sinceros y achuchones varios para celebrar el primer tresmil de la travesía. Para Jóse era su primero, y se le nombró caballero de los tresmiles y photoreporter oficial de la travesía.
Hay muy buenas vistas desde la cumbre, sobre todo hacia el macizo de Monte Perdido, Marboré, picos de la Cascada, Casco, Brecha de Rolando, el Dedo, Taillón y Cascada de Gavarnie. ¡Impresionante!
Bajamos casicorriendo hasta el collado (10:35 h) y allí almorzamos nuestras viandas: jamón, panceta, chorizo, fuet, Idiazábal, tortitas con quesito, ciruelas-pasas adatiladas, frutos secos… ¡Hasta huevos duros! ¡El paraíso de las viandas!
Como era temprano decidimos subir al Pic de la Sède ( 2.976 mt). Comenzamos la ascensión (11:12 h) haciendo una media ladera hasta alcanzar la cresta del pico. Es una cresta larga y bien definida, entretenida y nada complicada, con mucho espacio que requiere algún agarre de vez en cuando.
Llegamos a la quasicima a las 12:20h (quasicima porque nos faltaron 20m  a la cima, nos confundimos de vía y por no retroceder, bajar un trecho y volver a subir nos conformamos y dimos por buena la cumbre). Fotos, abrazos, achuchones, trago de agua… Bajamos al collado cada uno por donde le vino en gana, en un sálvese quien pueda como el ejército de Pancho Villa (menos la Bea, que le había dicho su José Mari que no se separara de Manolo, y fue su sombra todo el camino).
Llegamos de nuevo a la Hourquette (13:38 h), nos recompusimos una miaja, recogimos las mochilas y bajamos directamente al Refuge de Bayssellance (14:13 h). Ya había bastante gente, nos echamos a la sombreta del refugio y, con unas buenas y frescas cervezas Leffe de 50cl (6€), comimos más de lo mismo. Allí disfrutamos de la compañía y habilidades de la oveja-perro-chupahielo, macho Alfa de la manada.
Después de la siesta, nos  acomodamos en la habitación que nos tocó en suerte y como era temprano (16:10 h) y teníamos ganas de estirar las piernas nos fuimos al Col de Labas para ver la panorámica que había del Glaciar de Ossoue. No nos costó nada… 32’. Fuimos por una sendeta colgada, estrecha y graciosa que llevaba directamente al puerto. Unas risas, unas fotos y vuelta pa’ casa…
A la vuelta vimos una balseta de agua cerca del refugio, junto a unos iboncitos con nieve y hielo y donde creímos que podía ser un buen sitio para hacerse unas abluciones, pues este refugio no cuenta con duchas, y el sudor y el olor, después de todo el día caluroso que tuvimos, no eran buenos compañeros para el descanso.
La Balseta de Bayssellance, para algunos un charco de sirrio, es la solución para el calor, el sudor y el olor. Allí nos fuimos José, Manolo, Ricardo, Juanjo y Tere y, en colitatis, encontramos el gozo. ¡Qué buena estaba el agua! Nos quedamos como nuevos… Bea hizo sus abluciones en los lavabos del Refugio y Gregorio es inmune a todo eso…
Cenamos a las 20h porque hubo un rescate en helicóptero de una mujer que llevaba el hombro dislocado y se retrasó la cena: Sopa-puré claro de nosesabequéverduras, estofado de ternera con pasta de fideos gordos, queso de cabra-oveja-vaca y natillas con tejita. En esta ocasión los refugieros no nos dieron la bienvenida, sino que subliminalmente, finamente, como quien no quiere la cosa… nos dijeron que si habíamos sido nosotros los que nos habíamos confundido-chorizado una botas Sportiva del refugio d’Oulettes… ¡Hay que joderse con la carga leña! ¿Tendremos cara de chorizos?
A las 21:30 a la cama… y mañana, más.


Después de una noche toledana, por calurosa, no por ruidosa, estamos ya  dispuestos para arrancar

Los primeros rayos iluminan las cumbres


Negociando las 22 revueltas que nos conducían directamente a la Hourquette d’Ossouepor una senda bien trazada sin neveros, bajo la sombra que nos daba el Pic de la Sède, en una mañana fresquita pero muy luminosa.

Hourquette d’Ossoue (2.734 mt)

Mires por donde mires, es espectacular

Petit Vignemale (3.034 mt) Desde la Hourquette, la subida es una senda burros que va zigzagueando por el lomo del pico hasta alcanzar la cima
Al otro lado del col queda el Pic de la Sède (2.976 mt) que los ascenderíamos  a continuación

Panorámica hacia la Gave des Oulettes y el Lac de Gaube hacia Pont d'Espagne

Panorámica del macizo de Monte Perdido y Circo de Gavarnie al fondo, y del Puy Mourou en primer término

Viendo el aterrizaje de un helicóptero en el refugio

Refuge de Bayssellance (2.651 mt)
Construido en 1899 y renovado en el 2003, este refugio conserva su peculiaridad arquitectónica: techo de cobre y estructura en bóveda. Es uno de los untos de partida de la ruta normal del Vignemale y  paso esencial el GR10 o la Alta Ruta Pirenáica. Es un lugar ideal para disfrutar de un buen ambiente de alta montaña y del Glaciar d'Ossau y descubrir la fauna, la flora y la geología de Pirineos, disfrutando, a la vez,  de la calidez y amabilidad de una noche en el refugio, si no te insinúan que te has llevado unas Sportiva.
¡Cómo les gusta ir por las pinganetas!

¡Yuhu!
Petit Vignemale ( 3.032 mt)

Mires por donde mires hay unos cinglos...

Y como bajando , hasta la mierda corre... Bajamos casicorriendo hasta el collado (10:35 h) y allí almorzamos nuestras viandas: jamón, panceta, chorizo, fuet, Idiazábal, tortitas con quesito, ciruelas-pasas adatiladas, frutos secos… ¡Hasta huevos duros! ¡El paraíso de las viandas!
Como era temprano decidimos subir el otro pico 

¡Qué bonito!

Comenzamos la ascensión (11:12 h) haciendo una media ladera hasta alcanzar la cresta del pico

A nuestra espalda quedaba el Vignemale y ya comenzaba a verse el glaciar d' Ossoue  y el Montferrat

La cresta es larga y bien definida, entretenida y nada complicada, con mucho espacio, que requiere algún agarre de vez en cuando.

Pic de la Sède (2.976 mt)
Llegamos a la 
quasicima a las 12:20h (quasicima porque nos faltaron 20m  a la cima, nos confundimos de vía y por no retroceder, bajar un trecho y volver a subir nos conformamos y dimos por buena la cumbre)

Bajamos al collado cada uno por donde le vino en gana, en un sálvese quien pueda como el ejército de Pancho Villa (menos la Bea, que le había dicho su José Mari que no se separara de Manolo, y fue su sombra todo el camino).


Y ya en el refugio nos esperaba la oveja-perro. Iba detrás de cada cosa que le tirabas ¡lo menos le parecía que le íbamos a tirar un remostrón de pan!


Refuge de Bayssellance (14:13 h)
Ya había bastante gente revoloteando como las moscas..., comimos, cerveceamos y nos echamos despatarraos a la 
sombreta del refugio 


Después de la siesta, nos  acomodamos en la habitación que nos tocó en suerte y como era temprano (16:10 h) y teníamos ganas de estirar las piernas nos fuimos al Col de Labas  para ver la panorámica que había del Glaciar de Ossoue. No nos costó nada… 32’. Fuimos por una sendeta colgada, estrecha y graciosa que llevaba directamente al puerto

 Col de Labas (2.721 mt)

En los alrededores del refugio quedaban unos cuantos neveros que ocultaban unos pequeños ibones.  Entre ellos se escondía La Balseta de Bayssellance, para algunos un charco de sirrio, que fue  la solución para nuestro calor, sudor y mal olor.
3. Grand Vignemale  (Martes 4 de julio de 2017)
Distancia: 9,70 km. – Desnivel: 1.148 mt positivo y negativo. Tiempo: 9:46 h
Después de una cálida y calurosa noche…¡Llegó nuestro gran día! Hoy nos hemos levantado todos muy templaos, sin ronroneos ni carantoñas mañaneras. Desayuno de costumbre a las 6 de la mañana y, ligeros de equipaje, nos ponemos en marcha a las 6:30 h.
Descendemos 120 mt por la senda hacia el barranco d’Ossoue para girar a la derecha bajo la cresta del Petit, ascendiendo por los restos de la morrena glaciar hasta llegar a la base del Glaciar d’Ossoue (7:30 h) a 2.700 mt de altitud.
Allí nos calzamos los crampones, nos recolocamos vestiduras, pantalón largo, camisa manga larga, guantes y polainas. Nerviosos, pero con ganas, iniciamos las primeras rampas de la lengua glaciar, uno detrás de otro, siguiendo el ritmo que nos marcaba Ricardo y, sin darnos cuenta, superamos las rampas más empinadas del glaciar hasta llegar al inicio del plateau, rodeados por más de 9 picos de más de 3.000 metros (3.100 mt).
Allí nos juntamos con un matrimonio francés, (igual tenían cerca de los 80 años… ¡qué valientes!) repartimos risas y caramelos con ellos y, mientras platicábamos, nos pasaron tres franceses que nos cogieron ventaja para subir primeros por las paredes del Grand Vignemale… y eso es un puntazo, pues si comienzas primero las canales no te tira nadie piedras...
Llegamos a la base del pico a las 9:30, dejamos junto a la rimaya las mochilas y, ligeros de equipaje, emprendimos la ascensión final. Nada más empezar se oímos: “¡pierre, pierre, pierre…!” Me ca… qué pedrusco… nos apartamos, pero una piedreta de nada se convirtió en un boom de piedras cuando llegaron abajo. (Los franceses que se nos adelantaron en el glaciar…).
Ante tal peligro decidimos salir de las canales por donde iban ellos y fuimos hacia la derecha siguiendo unos restos de tornillos encastrados en la piedra y, sin darnos cuenta, llegamos a la última cueva, la más alta, que construyó el Conde Russell para gozar de sus estancias en el Grand Vignemale. Y en nada nos encontramos en la cima. Esperamos a Ricardo que había decidido subir por las canales y allí, en la cima, a 3.298  mt, llenos de emoción y alegría, nos dimos un gran abrazo, satisfechos de haber superado el gran reto que había supuesto para todos nosotros esta ascensión. (10:12 h).
Brindamos con champagne francés que nos ofrecieron los franceses tirapierres, contemplamos unas vistas inigualables, hicimos unas fotos por aquí, por allá, comimos unos frutos secos, bebimos un trago de agua y parabajo.
La ascensión final al Grand Vignemale es un poco enrevesada, porque no hay un camino definido por donde sube todo el mundo, sino que hay unas canales con bastante piedra suelta que tienes que ir sorteando, una a una, cada uno a su bolo, buscando siempre el camino más cómodo, hasta que poco a poco estás arriba. La bajada es un poco más de lo mismo… se baja buscando el camino más cómodo y fácil hasta llegar a la base. (11:30 h)
Recogimos las mochilas y demás útiles y salimos de allí pitando, por si acaso nos caían pierres. Pasamos por las tres grutas de Russell, quedan a unos 10 metros de altura del glaciar, lo que da idea de la disminución del volumen glaciar en estos últimos años y  llegamos así al Col de Cerbillona (11:38 h).
Sin más dilación emprendimos la subida al Pic du Clot de la Hount (3.289 mt), por la cresta lomera, estrecha, revirada, pero sin más complicaciones y llegamos a la cima a las 12:08. ¡Yuhu!
Volvimos a bajar al collado y, sin más, al Pic Cerbillona (3.247 mt), 8min y ¡Yuhu! … otro tresmil al bolsillo (12:32 h). Parabajo… al collado de Lady Lyster y, en 8 min al Pic Central (3.235 mt) … y otro tresmil…¡Yuhu!
En el collado de Lady Lyster a 3.200 mt acaba el corredor de la Moscowa que sube directamente del valle del Ara, a la altura de la cabaña del Cerbillonar, con un desnivel de 1.600 mt. Allí comimos tranquilamente, muy satisfechos por todo lo que habíamos logrado.
A las 14:20 iniciamos el descenso cruzando el glaciar en cuatro patadas, caminando ya muy sueltos por la nieve. Hicimos unas prácticas de piolet y llegamos a la morrena (15:23 h) donde nos quitamos los crampones. Una gaseosa de papel y al refugio. Llegamos cansados, pero muy contentos y henchidos de emoción (16:18 h).
Baño en la Balseta del sirrio con turno de chicas y chicos, cervezón Leffe fresco, fresco y la cena a las 19 h: Sopa-puré claro de nosesabequéverduras, estofado de ternera con arroz,  queso de cabra-oveja-vaca y compota de manzana con tejita.
A dormir a las 21,30 en una habitación repleta de gente y mochilas y ventana abierta!!!!!


Amanecer en Bayssellance viendo como los primeros rayos de sol acariciaban las cumbres del Casco, Brecha de Rolando, Punta Bacillac y Taillón

Hoy nos hemos levantado todos muy templaos, sin ronroneos ni carantoñas mañaneras. Desayuno de costumbre a las 6 de la mañana y, ligeros de equipaje, nos ponemos en marcha a las 6:30 h.

Descendemos 120 mt por la senda hacia el barranco d’Ossoue para girar a la derecha bajo la cresta del Petit Vignemale, ascendiendo por los restos de la morrena glaciar.

Nos calzamos los clavetes... comienzan las ansias..

Base del Glaciar d’Ossoue (7:30 h) a 2.700 mt de altitud.

Lo que queda de la lengua glaciar, las pendientes más pronunciadas hasta llegar al plateau

Ayudados por los bastones, no hizo falta el jartiller picudo, acometemos las primeras rampas

Los aspirantes enseguida aprendieron la lección y, en formación, no le perdieron el paso al montañero Alfa

Glaciar d'Ossoue (3.100 mt)
Es el segundo glaciar más grande del pirineo, con 40 ha y el único de todo los glaciares del Pirineo que tiene una lengua. Es uno de los glaciares que mejor se conservan, gracias a su gran espesor. Se encuentra en el macizo del Vignemale, a una altura mínima de 2850 metros y una longitud de 1,4 km.
En el año 1924, la superficie que ocupaba el glaciar francés de Ossoue (Vignemale, 3.299 metros) era de unas 95 hectáreas, mientras que en el año 2011 su extensión se ha reducido a unas 45 hectáreas. Tenía entonces -a principios del siglo pasado- unos 115 metros de espesor, mientras que ahora no tiene más de 35 o 40 metros. El espesor del Ossoue se ha recortado, desde el año 2001, en unos 19 metros, y su longitud ha menguado 145 metros (mide 1,4 kilómetros, cuando llegó a tener incluso 2,4 kilómetros a mitad de siglo XIX.
Su nieve y viabilidad en general son buenos al comienzo del verano, pero su condición se deteriora rápidamente a continuación, dependiendo del año: no es raro encontrar grietas a finales de verano, sobre todo en su parte baja.

Manolo agüaitando al  Couloir de Gaube
¡Ojo no caigas!


Poco a poco vamos progresando
Nos desviamos de los pedruscos que tiraban unos franceses y subimos por unas lastras yéndonos hacia la derecha

A gatas, a culazos, a empujones, a... como podemos vamos subiendo por repisas, canales, intuyendo la ruta de subida.

Grote du Comte Russell
La muerte de Henry Patrick MarieLe Paradis, la séptima cueva de Russell, sería construida a golpe de explosivo entre los años 1892 y 1893, 48 metros por debajo de la cima. Habían pasado 30 años desde su primer ascenso y quería celebrar sus “bodas de plata”.

Mírala!!! Como si nada...a 3.250 mt y tan feliz... parece un pollé en el nido

Últimos metros para la cima

Grand Vignemale (3.298 mt)

La soledad del Pilón

El circo glaciar a nuestros pies

Toca bajar. La bajada es un poco más de lo mismo… se baja buscando el camino más cómodo y fácil 

Estas lastras veryinclenés nos trajeron por la calle de la amargura... quizás lo que más nos costó superar

Recogimos las mochilas y demás útiles y salimos de allí pitando, por si acaso nos caían pierres
Pasamos por las tres grutas de Russell, quedan a unos 10 metros de altura del glaciar, lo que da idea de la disminución del volumen glaciar en estos últimos años.

Les Grotes de Russell 
En agosto de 1882, se completó la primera, que se llamaría Villa de Russell. Pasó allí tres días e invitó a sus amigotes para la inauguración; entre ellos Henri Passet. En 1885 mandó construir la segunda Cueva de los Guías, y luego en 1886, la tercera: la Cueva de las Damas. 120 años más tarde, el glaciar ha bajado tanto que subir a las cuevas requiere de una pequeña escalada...

Pitón Carré (3.197 mt) y Pointe Chausenque (3.203)

Glaciar d'Ossoue, desde el Col de Cerbillona

Panorámica hacia el oeste
Valle del Ara con el  Barranco de Batanes, Bramatueros,  Collado de  Letrero...., al fondo, Infiernos, Garmos y Valle de Tena con la Sierra de la Partacua

Sin más dilación emprendimos la subida al Pic du Clot de la Hount (3.289 mt), por la cresta lomera

Cresta hacia el collado y pico de Cerbillona

La cresta lomera al pico es estrecha, revirada, con algún paso aéreo y delicado, pero sin más complicaciones

Pic du Clot de la Hount (3.291 mt)

La panorámica es estremecedora. Mires hacia donde mires, impresiona

Bea, el pie... aquí. Que te ha dicho José Mari que seas mi sombra y que me hagas caso... (Manolo, el de la Fani, dixit)

¡Fíjate! Dónde se cría ésta... En una endrijeta de nada...

No sólo aprobados... Matrícula Cum Laude

Valle del Ara

Pic Central (3.201 mt)
Nuestro cuarto tresmil del día

Por aquí, por allá... ¡Habrá que almorzar o qué!

Cresta que une el Pic Central con el Montferrat. La marmolera, afilada como un cuchillo, luce al sol

Ruta de ascensión al Grand Vignemale

En el collado de Lady Lyster a 3.200 mt acaba el corredor de la Moscowa que sube directamente del valle del Ara, a la altura de la cabaña del Cerbillonar, con un desnivel de 1.600 mt. Allí comimos tranquilamente, muy satisfechos por todo lo que habíamos logrado.Según parece, este sería el itinerario seguido durante la primera ascensión del Vignemale a cargo de la británica Lady Ann Lister el 7 de agosto de 1838, acompañada por los guías Jean-Pierre Charles, Jean-Pierre Sanjou y Henri Cazaux. Curiosamente en aquella época no eran pocos los turistas que se acercaban al pirineo para explorar sus montañas, acompañados de guías locales. El nombre de Moskowa, proviene del cazador Napoleón-Joshep Ney, príncipe de la Moskowa que apareció 3 días después del ascenso de Lady Lister y tras culminar su objetivo reclamaría para sí la primera. Lógicamente la impugnación de Ann Lister no se hizo esperar y volvió para Saint Sauver para hacer confesar a Cazaux, a quien todavía no había pagado su “servicio”.

A las 14:20 iniciamos el descenso cruzando el glaciar en cuatro patadas, caminando ya muy sueltos por la nieve, al estilo Pancho Villa, muy característico de la Élite

Ya al final de la lengua glaciar nos hicimos una gasioseta de papel con las primeras aguas cristalinas surgidas del Glaciar d' Ossoue

La panóramica hacia el Gave d'Ossoue y Monte Perdido es realmente espectacular

Las primeras nubes aparecen sobre el macizo

Después de liberarnos de los hierretes,  en cuatro brincos, llegamos al refugio, cansados, pero muy contentos y henchidos de emoción (16:18 h) 


4. Bayssellance-Bujaruelo  (Miércoles 5 de julio de 2017)
Distancia: 14,4 km. – Desnivel: 612 mt positivo y 1.902 mt negativo. Tiempo: 7:35 h
Nos hemos levantado a la hora de costumbre, hemos roncado lo de costumbre, hemos desayunado lo de costumbre y nos hemos puesto en marcha, como de costumbre, antes de la 7 de la mañana.
Descendemos hacia el valle y en 20’ estamos en las grutas de Bellevue. Éstas se encuentran al pie del glaciar de Cerbillona, o lo que queda de él, a 2.378 mt. Cuando el glaciar cubría las cuevas superiores, 800 m más arriba, Russell, ni corto ni perezoso, mandó construir éstas en 1888. Pasarían a conocerse como las cuevas de Bellevue, porque tienen una vista… ¡Espectacular!
Seguimos descendiendo por una senda muy bien trazada bajo la Crète du Monferrat y le Pont de Neige hasta llegar al Ruisseau des Oulettes, un llano inmenso por donde discurren serpenteando tranquilamente las aguas del macizo del Vignemale, allí  ya comienza a darnos el sol. Nos ungüentamos bien de crema y seguimos hasta el Barrage d’Ossoue (embalse d’Ossoue). (9:20 h).
Tomamos el desvío a la derecha por la HRP 10 e iniciamos el ascenso por la Vallée de la Canau. Pasamos por la cabaña de Lourdes (10:05) y observamos unas marmotas juguetonas que habían salido al recreo, la cabaña parecía estar ocupada… Seguimos caminando a las 10:30 y paramos a almorzar para acabar con los restos de comida que nos quedaban… ¡Aún sobraron! ¡Qué buena es la abundancia!
Nos quedaban las últimas cuestas hasta el collado… y… ¿Quién le dio a Bea las pasas acirueladas-datiladas?... Enganchó a correr y no podíamos seguirla… ¡Lo que es la juventud! Y con estos correcalles llegamos al collado de Bernatuara (11:40 h – 2.342 mt). Allí mismo debajo está la cubeta perfecta del ibón, muy, muy bonito… para pasar una noche junto al lago y ver las estrellas… ¡Preciocio!
Nos quedaba por delante un largo descenso, 1.100 mt, bastante penoso, siempre al sol que más calienta, por laderas descarnadas de sálvese quien pueda, bajo la atenta mirada de los picos Bernatuara y Crapera, Sierra de Sandaruelo… aunque, eso sí, poblaba de floretas y más floretas, para el goce y disfrute de nuestros aspirantes.
Bajamos, bajamos y bajamos… y no se acaba nunca… ¡A tomar pol saco, ya no aguanto más el sol…! (Ricardo, dixit) pfiummmm… le da la turuntela y desaparece. El resto nos lo tomamos con calma y sudor.


Descendemos por el valle por una senda perfectamente trazada  enlazando revuelta tras revuelta

Grutas de Bellevue
Las 3 primeras cuevas que hizzo construir el Conde se encuentran poco antes de enfilar los últimos metros hacia el refugio de Baysellance, a 2.400 m, en la cabecera del glaciar de Ossau. Cuando el glaciar cubría las cuevas superiores, 800 m más arriba, Russell, ni corto ni perezoso, mandó construir éstas en 1888. Pasarían a conocerse como las cuevas de Bellevue. Allí montaba buenas juergas con sus amigos más íntimos

Ruisseau des Oulettes

Imponente cascada en Le Pont de Neige

Pallá.....

Le Barrage d' Ossoue

Atrás queda el valle d'Ossoue, con sus variopintos circos a la sombra del gran Montferrat y el coqueto Tapou

Nada más cruzar la presa del embalse, tomamos el desvío a la derecha por la HRP 10 e iniciamos el ascenso por la Vallée de la Canau
Seguimos caminando a las 10:30 h y paramos a almorzar para acabar con los restos de comida que nos quedaban… ¡Aún sobraron! ¡Qué buena es la abundancia!

Nos quedaban las últimas cuestas hasta el collado… y… ¿Quién le dio a Bea las pasas acirueladas-datiladas?... Enganchó a correr y no podíamos seguirla… ¡Lo que es la juventud!
Puerto de Bernatuara (2.342 mt)
Última lectura del mapa y adelante... Que sí , Manolo, que sí, que ese es el Pic de la Sède... no lo ves en el mapa...  (No sé si se quedó muy convencido...)

Ibón de Bernatuara 
Una cubeta perfecta, muy, muy bonito… para pasar una noche junto al lago y ver las estrellas…
 ¡Preciocio!

Como ya estamos en L'Espagne... ¡A cantar una jota!

Bordeamos el ibón por la izquierda para iniciar la bajada a Bujaruelo. Nos quedaba por delante un largo descenso, 1.100 mt, bastante penoso, siempre al sol que más calienta, por laderas descarnadas de sálvese quien pueda, bajo la atenta mirada de los picos Bernatuara y Crapera, Sierra de Sandaruelo… aunque, eso sí, poblaba de floretas y más floretas, para el goce y disfrute de nuestros aspirantes.
Reflejos

Edelweis

Pedo de lobo
Siempreviva de montaña

Lirios y erizón
Bajamos, bajamos y bajamos… y no se acaba nunca… Muy cansados y acalorados, aunque no se nos nota... siempre contentos y sonrientes

Las laderas de Sandaruelo están cubiertas por erizón en flor


Y llegamos a San Nicolás de Bujaruelo a las 14:25 h. 
Muertos-mataos, sólo pensábamos en dos cosas: El baño y la cerveza.
Nos dimos un rico y fresco baño debajo del puente, aunque alguna fresca con poner los pies dentro ya tiene bastante… y fuimos a buscar la guinda de toda la travesía: ¡Huevos fritos con jamón y abundante cerveza!... ¡Lo mejor de la excursión!
¡Vive le Vignemale!



6 comentarios:

  1. ¡Me encanta todo! ¡Qué bien lo habéis debido de pasar! A Gregorio le mejora la cara conforme pasa el día, mamá en alguna foto pareces una cagaleta, Rodrigo un valiente con su dedo del pie, y ¿con un pico por día no teníais suficiente?

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  2. Por cierto, nunca he visto una edelweis. Nunca

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  3. Jolin¡!!!! No gusta .....me encanta¡!!! Tal y como pasó así sin más, contado con todo detalle sabiendo exactamente que contar para que sea perfecto ¡!!!

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  4. Me encanta, pero menos mal que no fui me hubiera "muerto" el primer día!!!

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  5. ¡Me lo has quitado, Eva!, ¡agotado he terminado solo de leerlo! Vaya pedazo de excusión. Alucinante. Aunque con algún vertigio. Para mi próxima reencarnación...

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