- Vuelta circular por el Paisaje protegido de Elía y el Camino de Santiago desde el Alto de Erro hasta Olloqui, en las afueras de Pamplona
- Teresa y Juanjo
- Distancia: 44,16 km
- Desnivel acumulado: 1196 mt
- Tiempo: 5 h 30' + 2 horas parados
- 11 de octubre de 2016
Tercer día del puente pilarico. En esta ocasión dormimos en la furgo en la plaza de Larrasoaña, junto al albergue de peregrinos. La noche fue fresca y tranquila, amaneciendo con 3º C, pero con un sol espléndido.
Subimos a Zubiri a almorzar porque en Larrasoaña no había nada y, luego viajamos 10' hasta Olloqui donde dejamos la furgo e iniciamos la excursión.
Salimos sobre las 9h 45' de la mañana por un camino ascendente en las laderas de San Miguel (por cierto, un ángel bastante querido por estas tierras) y pasamos por Alzuza donde tiene un atrevido Museo el escultor Jorge Oteiza y llegamos a Elcano, bonito pueblo, donde NO nació Juan Sebastián, que nació en Guetaria, pero con unas casas solariegas que nos llamaron la atención.
De allí, por una carretera secundaria, a Elía, donde comienza el paisaje protegido con una interesante muestra de flora y fauna típica de terrenos de transición entre el Prepirineo y la cuenca de Pamplona.
Nada más pasar el pueblo el camino se endurece, el piso está bastante bacheado por las vacas, las lluvias, los todoterrenos... y empinado, porque se empina de verdad y nos cuesta avanzar.
Llegamos al alto de Lacarri después de 2h 30' de muy, muy dura ascensión, con ganas de descansar y tomar energía (frutos secos, plátano y barrita) para enfilar una divertida bajada por la cara norte, entre hayas y robles hasta llegar al cuello Beltzunegui.
En Errea, sobre las 13h 15', descansamos un rato y encaramos la última subida fuerte del día, o eso creíamos, por buen camino, aunque bastante empinado y llegamos al cordal de Otxokorena, Aldarri y demás, divisoria de aguas del valle del río Erro y el valle del río Ulzama, por donde, en teoría, pasan todas las palomas torcaces que migran a la península en busca de calorcito.
Allí vimos apostados no menos de 15 puestos de palomeros, esperando a la dulce paloma. Algún disparo escuchamos, pero, pocos. Las palomas no estaban por la labor.
Después en un sube y baja, baja y sube, tira paquí y tira pallá, llegamos al alto de Erro y enlazamos con el camino de Santiago que viene de Roncesvalles.
Ciertamente es un cammino de peregrinos, muchos, pero que muchos, no hicimos otra cosa que adelantar y adelantar pilgrim's todo el rato, los había catalanes, coreanos, australianos... hasta chinos!!!
La senda que baja hasta Zubiri es muy divertida para la bici, en continuo descenso, sinuosa, revirada y rápida, una gozada.
En Zubiri, eran ya las 15 h, tocaba bocata de jamón y cerveza peregrina adobada con una mezcla de abundantes pilgrim's de aquí para allá.
El camino de Santiago hasta Pamplona es una sucesión de sendas estrechas que atraviesan varios pueblecitos pequeños, pero muy arreglados, en un continuo vaivén, de arriba para abajo, sin mucho desnivel, pero que, después de todo el día pedaleando, cansan de verdad.
El camino desemboca, antes de llegar a Pamplona, en el Parque Fluvial de Esteribar, enlazando los ríos Ulzama, Arga y Elorz. Lo cual hace muy agradable el último tramo hasta llegar a Olloqui, eran las 17h 15'.
El track de la ruta:
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Mapa del recorrido |
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Larrasoaña
Nuestro tranquilo lugar de pernocta en la furgo |
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Olloqui
Bonita casona abandonada y medio en ruinas. ¡Una lástima! |
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Museo de Jorge Oteiza en Alzuza
Oteiza es un escultor vasco, figura clave de la vanguardia de la década de los cincuenta. El edificio fue diseñado por Francisco Sáenz de Oiza y responde al propósito de sencillez perseguido por el arquitecto, preocupado por armonizar el equilibrio entre contenido y continente. El museo se erige sobre la ladera sur de Alzuza como un cubo de hormigón teñido de rojo, coronado por tres lucernarios prismáticos de grandes dimensiones. Su interior destaca por la sucesión de diferentes espacios que se descubren por las diferentes entradas de luz del Museo |
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La vivienda original del artista, definida ahora como Casa-taller está comunicada con el Museo a través de una galería vidriada que interrelaciona estos dos espacios, conservando la fachada y la estructura interior de la vivienda como testimonios de los años en los que Oteiza vivió en esta localidad. La comunicación de estas dos estructuras arquitectónicas se produce de manera armoniosa, que deja a la vista un pequeño patio, que recoge la memoria del primitivo taller del escultor. |
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Llegando a Elcano, pueblo cercano a Pamplona con numerosas casas solariegas y palacios que reuerdan el esplendor de otras épocas |
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Iglesia de la Purificación, iglesia parroquial de Elcano, construida en estilo gótico del s XIV, destaca su ábside poligonal |
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Elia
Aunque el origen de la población fuera ganadero y agrícola y de estos menesteres vivían sus vecinos, con la jubilación de su último pastor, hace ya más de veinte años, lo que antes era un lugar de trabajo, ha pasado ahora a serlo de residencia. |
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El lavadero de Elia Este concejo dispone de un lavadero algo abandonado y que requiere una merecida restauración. Construido allá por los años cuarenta y fue la envidia de ls poblaciones lejanas lo que llevó a establecer qué dçia lavaba cada pueblo. |
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Paisaje Protegido de Elía
Hay una interesante muestra de flora y fauna típica de terrenos de transición entre el Prepirineo y la cuenca de Pamplona. Actualmente domina el bosque de coníferas que crecen en terrenos erosionables del flysch, no obstante los cultivos, pastizales y matorrales continuan siendo elementos indispensables para la conservación del paisaje y la biodiversidad
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El camino está bastante bacheado por las vacas, las lluvias, los todoterrenos... y empinado de verdad. |
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Colchicum montanum, quitameriendas
es una pequeña planta bulbosa, ampliamente endémica de la península Ibérica. Es una de las especies más abundantes de los tierras de pastos de las ovejas y en las rutas usadas por los rebaños. Suele florecer en bordes de caminos y sitios secos y pedregosos en prados de montaña.
Su nombre hace referencia a la estación que florece en otoño:
Una se refieren a cuando las tardes se empiezan a hacer más cortas, y se entiende, que antiguamente, cuando nos regíamos por las horas de luz solar, se suprimía una de las comidas diarias, la merienda, ya que se adelantaba bastante la cena, de acuerdo con la caída del sol.
Otras hacen referencia a que, cuando empezaban a asomar, los pastores debían prepararse para marcharse a la trashumancia. |
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Llegamos al alto de Lacarri y enfilamos una divertida bajada por la cara norte, entre hayas y robles hasta llegar al cuello Beltzunegui. |
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Bajada muy umbriosa y embarrada |
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Merecido descanso en Erreaga |
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Cordal de Otxokorena, Aldarri y demás, divisoria de aguas del valle del río Erro y el valle del río Ulzama, por donde, en teoría, pasan todas las palomas torcaces que migran a la península en busca de calorcito. |
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Allí vimos apostados no menos de 15 puestos de palomeros, esperando a la dulce paloma. Algún disparo escuchamos, pero, pocos. Las palomas no estaban por la labor. |
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Tanto susto llevaba en el cuerpo que al final se cayó a un zarzal.. (literalmente) |
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Camino de Santiago, tramo de Alto de Erro a Zubiri. Un descenso de 300 mt en 3 km, sinuoso, revirado y divertido, lleno de Pilgrim's que lo hacían más atractivo |
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ZubiriSituada a mitad de camino entre Orreaga/Roncesvalles y Pamplona, encontramos esta localidad, parada obligatoria en el Camino de Santiago Francés. Rodeada de un bello paisaje, Zubiri es la capital del valle de Esteribar y una de las localidades más pobladas de la zona. Aunque el pueblo se ha transformado recientemente, conserva alguna casa característica del siglo XVIII. |
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El puente de la Rabia
Es el puente medieval que salva el curso del río Arga. Ha sido testigo hasta hace unos años de una singular tradición: se obligaba a los animales a pasar alrededor de su pilar central para evitar la rabia, pues según cuenta la leyenda ostenta ese poder sobrenatural.
Hace 23 años pasábamos por aquí y tuvimos que echar las bicis al río (literalmente) porque no andaban ni patrás de tanto barro que llevábamos |
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El camino de Santiago hasta Pamplona es una sucesión de sendas estrechas que atraviesan varios pueblecitos pequeños, pero muy arreglados, en un continuo vaivén, de arriba para abajo, sin mucho desnivel, pero que, después de todo el día pedaleando, cansan de verdad. |
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Ahora hacia arriba, más adelante, hacia abajo... ¡Un sinvivir! |
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Un tramo de la senda recorre las orillas y sotos del río Arga, ya tranquilo y sosegado. |
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Ya tocaba descanso. En esta sombreta se estaba muy a gustito |
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Este pilgrim no se ha enterado que a Santiago se va hacia el otro lado |
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En el puente de Irotz da comienzo el Parque fluvial del entorno urbano de Pamplona |
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Crucero de Arleta, donde dejamos el camino de Santiago y acabamos nuestra etapa |
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Colorín, colorado... |
Pilgrim's dicen...¡pero si es que sabéis hasta inglés!
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