martes, 16 de enero de 2018

BTT Por las riberas del Guadalope y Guadalopillo (De Castellote a Castelserás)

Excursión lineal en BTT recorriendo las riberas de los ríos Guadalope y Guadalopillo, por caminos y sendas, desde Castellote a Castelserás, pasando por Abenfigo, Mas de las Matas, Foz Calanda y Calanda.
  • Tere y Juanjo
  • Distancia: 48,95 km 
  • Desnivel acumulado: 745 mt 
  • Tiempo: 5h
  • Miércoles 3 de enero de 2018

Para hacer esta excusión necesitamos que nos subieran a Castellote en la furgo... convencimos a Pilar para ello y a las 9:30 ya estábamos allí.
El día fue caluroso, para ser enero, alcanzamos al mediodía 19º, con algunas rachas de viento del oeste, que las notamos de cara, sobre todo, en las subidas... (ya lo decía Perico, "todo el mundo te da por el c..., menos el viento que siempre te da de cara"). Pero, en general muy buen día para dar pedales.
Salimos de Castellote atravesando el túnel para desviarnos a la izquierda y tomar el camino de Abenfigo-Seno que nos subió al collado de La Muela. Después por el Vallipón bajamos deprisa, deprisa a Abenfigo. Visitamos la Iglesia que nos explicó amablemente una vecina y, sin perder más tiempo nos acercamos a la ribera del Guadalope para cruzarlo por el vado y, tomando el camino de las canales, enseguida llegamos al Mas donde nos esperaban las amigas del colegio para charrar un rato... (a poco no arrancamos...).
Seguimos el curso del Guadalope, por el camino de la huerta hasta el Caserío el Cuadrante. Allí cruzamos la A-226 para tomar el camino de la Val Juncosa que en ligera pendiente nos llevó al collado de la Piedra.
Una vez coronado el collado, bajamos por una pista que han abierto hace poco hasta la Val, justo a la altura de la mina de carbón. Pasamos por la monumental carrasca de la Val de la Piedra, está vallada la finca y no pudimos acercarnos para disfrutarla. 
Desde allí la pista asciende hasta un pequeño collado que nos cruza a Foz Calanda. La vista desde aquí es muy bonita y se aprecia todo el valle del Guadalopillo hasta Alcorisa. Una vez en Foz, paramos a comernos el bocadillo en el parque del río, con cerveza fría!!!.
Nos quedaba recorrer las riberas del Guadalopillo hasta Calanda. Buen camino hasta Calanda, y un poco antes del pueblo, después de cruzar un gallipuen, se gira a la derecha para tomar la senda, de unos 3,5 km que nos lleva pegados al río hasta su encuentro con el Guadalope, cruzando el río unas 14 veces por pasarelas... muy divertida, bonita y amena esta parte.
Justo un poco antes de la desembocadura giramos a la izquierda para subir a la Torre de Buñuel donde cogimos el camino de la huerta de Calanda que va paralela al río Guadalope en dirección a Castelserás.
Ha sido una excursión estupenda, muy buena para ciclar, recorriendo varios pueblos de la cuenca del Guadalope, con un paisaje muy variado y bonito.

Track de la excursión:
Por el Guadalope y Guadalopillo. De Castellote a Castelserás (por Abenfigo, Mas de las Matas, Foz Calanda y Calanda)


Mapa de recorrido
Los cuatro

Castellote
Es un municipio aragonés situado en la comarca turolense del Maestrazgo. Agrupa en su término varias entidades  pobladas que dependen de Castellote: Abenfigo, Luco de Bordón,  Los Alagones, Ladruñán,  La Algecira y El Crespol, Cuevas de Cañart, Dos Torres de Mercader y Las Planas de Castellote.
Este pueblo tuvo gran protagonismo en las guerras Carlistas, donde El general espartero dirigió personalmente el sitio y la toma del pueblo, también fue escenario de un importante intercambio de prisioneros entre el ejército isabelino y el carlista.
La Guerra Civil, al igual que en otros lugares de Aragón, tuvo gran relevancia y protagonismo. Cabe reseñar que en Castellote tuvo lugar la boda de Enrique Lister, uno de los principales mandos del ejército republicano. Una vez terminada la contienda, la zona fue escenario de la actividad del maquis, por medio de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), uno de cuyos sectores tenía su núcleo en la vecina Aguaviva. Durante muchos años, la región se vio salpicada por numerosos episodios de violencia —tanto por parte de la guerrilla como de las fuerzas del orden—, que llegaron a su término en 1952 cuando se produjo la evacuación del maquis.
Hay un libro que ilustra muy bien la vida del maquis en esta zona: "Donde nadie te encuentre" de Alicia Giménez Barltlet
El Túnel de Catellote
Para salir del pueblo se debe atravesar un túnel que horada una impresionante pared rocosa

"El Llovedor"
Al otro lado del túnel se encuentra la ermita, en la ladera sur del Cerro de santa Isabel, por donde se filtra el agua y se recoge en una especie de estanque. El lugar por donde cae el agua es el llamado "Llovedor".
En 1405 Castellote estaba sufriendo una dura sequía por lo que once mozos del pueblo fueron en romería a la Ermita de la Balma en Zorita (Castellón) para pedir a la Virgen su intercesión para que lloviese. Como la gracia pedida a la Virgen de la Balma les fue concedida, los mozos de Castellote tomaron por tradición este peregrinaje anual. Así fue hasta que en una de sus romerías el obispo de Tortosa les negó el acceso al templo.
Ante esta situación, los castellotenses decidieron erigir una ermita cerca de su pueblo donde, según se cuenta, la Virgen se había aparecido antiguamente. La actual ermita es del siglo XVIII aunque la portada bien podría datar de una reforma posterior realizada en el siglo XIX.
A partir de la construcción de la ermita se instauró una romería, el 1 de mayo, que sólo hacían los hombres en recuerdo de aquellos primeros once mozos. La romería comienza de madrugada y finaliza al anochecer cuando los hombres vuelven con antorchas y se encuentran con las mujeres que portan velas. Tras hacer el saludo de las banderas entre ellos se celebra la misa en la iglesia de la Virgen del Agua, recordando a los cofrades muertos y nombrando a los nuevos cofrades.
Castillo Templario
Al fondo se ven las murallas norte del Castillo  se encuentra emplazado sobre un abrupto escarpe rocoso que domina la población. A la izquierda la Atalaya (927  mt). Fue ordenado construir por Alfonso II en el siglo XII, sobre una fortaleza reconquistada a los musulmanes por Alfonso I. Pese a la importancia que tuvo en el pasado, los únicos elementos importantes que se conservan son una sala que podía ser una capilla y la Torre del homenaje, situada en el extremo del recinto y de casi 12 m de ancho, que quedó muy rebajada tras su dinamitación en las Guerras Carlistas. También perduran varias murallas y torreones, restos del recinto fortificado que lo rodeaba.
Camino de Seno a Abenfigo
Al fondo la Umbría, el Tosco y el Cinglo


Cerro de Santa Isabel
El camino asciende poco a poco hasta llegar al collado de la Muela para descender luego por el Vallipón

Colmenas en el Vallipón
Muchas son las personas del Maestrazgo que tienen algunas colmenas para autoabastecerse de miel, una miel sana y natural, de varios tipos: romero, tomillo y mil flores. Al fonde se ve la masía Cantera
Abenfigo
Abenfigo, pedanía de Castellote, se asienta en la ladera sur de una de las estribaciones de la Sierra de los Caballos, sobre los cauces del Guadalope y el barranco que lleva su mismo nombre. Es una pequeña población de calles coquetas y muy cuidadas. Precisamente el origen de su nombre, aunque se coincide en su pasado musulmán, tiene dos teorías: Según la propia web de Castellote, Abenfigo se traduciría como “Hijo de Figo”, siendo Figo un nombre propio. Sin Embargo, en la Enciclopedia Aragonesa del Periódico de Aragón traducen el nombre como “Barranco de higos”, debido a las numerosas higueras que según parece hubo en el cauce del barranco que esta a los pies de la población y que tiene su origen en el término municipal de Seno.
Pila bautismal  
Abenfigo
En la visita a la iglesia nos llamó la atención esta preciosa pila bautismal de una sola pieza tallada en piedra con un panel donde se conservaban los nombres de todos los bautizados en esta pila desde 1919

El vado
Abenfigo
Cruzamos el Guadalope por el vado para tomar el camino de las canales que vienen de la azud de Abenfigo y dan agua de riego al Mas y a Aguaviva

Escoba de bruja
La escoba de brujas es una estructura que a veces se puede observar en las ramas de los pinos carrascos (Pinus halepensis) en forma de bola o acumulaciones muy densas en forma esférica de hojas, muy apretadas y que se distinguen por presentar un color verde más oscuro que el resto del árbol.
Hasta principios del siglo XXI se consideraba que las escobas de brujas eran producidas por un hongo microscópico, pero se ha descubierto que la causa no era un hongo sino unos organismos patógenos microscópicos denominados fitoplasmas.
Los fitoplasmas son parásitos obligados del floema (el floema es el tejido conductor encargado del transporte de nutrientes en las plantas) y se trasmiten a partir de insectos. Se asocian con enfermedades de plantas . Viven dentro de las células y en los individuos infectados producen síntomas como el color amarillento o enrojecimiento de las hojas, crecimiento atrofiado, presencia de hojas anormalmente pequeñas, gran proliferación de brotes, flores estériles, necrosis en los vasos conductores de savia, etcétera


Puente de la Palanca
Mas de las Matas
Volvimos a cruzar el río por el puente de la Palanca para entrar al Mas por la zona de las Vegas, junto al camping

Más de las Matas
Mas de las Matas es una localidad y municipio perteneciente al Bajo Aragón de Teruel. Es una de las puertas orientales del Maestrazgo, un pueblo situado entre el valle del Ebro y las estribaciones de la Cordillera Ibérica. Se halla en una cubeta sedimentaria formada por el río Guadalope en su tramo medio, después de atravesar las escarpadas serranías de Castellote.
Su origen se remonta hacia el año 1500, cuando una familia de apellido Mata o Lamata, tomaron posesión de un mas, de este modo, el lugar comenzó a ser conocido como Mas de los Matas (o Mas de los Lamatas)
. Mas de las Matas no se inscribe como población hasta el siglo XVI, y depende de La Ginebrosa hasta que obtiene su autonomía por una Concordia en 1611.
Destaca su iglesia parroquial de la Degollación de San Juan Bautista. De estilo barroco, presenta tres naves, cubiertas con bóveda de medio cañón y cúpula en el crucero. Al interior se observa una sencilla decoración resultado de la reconstrucción llevada a cabo tras el incendio de la iglesia durante la guerra civil. Sobresale su grandiosa torre de ladrillo de sesenta y cuatro metros y medio de altura
Ermita de Santa Flora
Esta ermita se edificó por un interés personal de Mn. Diego Sanz entre 1660 y 1661. Durante las Guerras Carlistas, cuando el general Espartero abandonó la localidad, la mandó destruir junto a la cercana de Santa Bárbara para que no pudiera fortificarse en ellas la facción. El pueblo, a sus expensas, la reconstruyó entre 1840 y 1852 pero volvió a ser saqueada y destruida durante la Guerra Civil. Posteriormente, entre 1975 y 1977, por suscripción popular fue devuelta nuevamente el culto. Finalmente, en el verano de 2011 se realiza una importante intervención en el tejado puesto que ofrecía peligro inminente de desplome.

Camino del Batán
Va paralelo al Guadalope por la Huerta Baja, escoltado por buenos chopos desnudos en este tiempo

El Cuadrante
Caserío al norte del pueblo, en el barranco de San Juan. Contaba con varias casas y masías ¡y hasta escuela hubo en su tiempo!

La cabra montesina
En los últimos diez años, la cabra montés (capra pyrenaica hispanica), un emblema español y endemismo de la península ibérica, ha sextuplicado su población en la provincia. En la actualidad, más de 8.000 cabras se desparraman por los montes y serranías turolenses.
Lejos quedan ya los tiempos en que esta especie rozó la extinción perseguida por el hambre que azotaba a una España eminentemente rural de la segunda mitad del siglo XIX. Durante aquella época se pusieron en cultivo hasta los más recónditos lugares del Maestrazgo buscando cualquier tipo de terreno arable y recluyendo a las cabras en lugares inaccesibles de los puertos de Beceite. Cuando en 1966 se creó allí la Reserva Nacional de Caza, los 700 ejemplares que se contabilizaban empezaron a respirar un poco más tranquilos. Desde entonces, iniciaron una lenta pero continuada recuperación demográfica que les ha hecho colonizar la provincia.
De los barrancos perdidos de Beceite saltaron a los montes de localidades del Matarraña como Peñarroya de Tastavins, Monroyo o Valderrobres; de ahí se instalaron en su paraíso ideal: el Maestrazgo, donde se mueven como nadie entre sus estratos rocosos. Posteriormente tomó rumbo al sur y bajó hasta Javalambre, Gúdar o las Cuencas Mineras. También colonizó todo el Guadalope y últimamente el río Martín, viéndose ejemplares a diario en las inmediaciones de Albalate del Arzobispo, donde, al menos desde hace dos años, empiezan a ser bien conocidas por los agricultores.
Cestón
Cilindro de cañizo que se coloca alrededor de los ejemplares jóvenes de olivo para protegerlos del ganado, antes  de los rebaños de ovejas y cabras y ahora de las hordas montesinas

Trago, cigarro y a la sombra del carro
En este caso al rasero, que el invierno es muy duro...
Típica imagen de un día de olivas. A la una a comer; se busca un buen rasero debajo de un ribazo, se sienta uno encima de la caja o de la manta de lienzo y saca la tortilla de patatas, el tomate seco y un poco de chorizo, longaniza o tocino y ¡a comer!... y que corra el vino.

Mina de carbón
Explotación minera de lignito a cielo abierto en la Val de la Piedra

La Carrasca de la Val de la Piedra 
Esta encina o carrasca, tal como las llamamos en Aragón,destaca notablemente por su vigor  y frondosidad de su copa, que permitiría en su momento dar cobijo a grandes rebaños de cabras y ovejas, antaño más abundantes, que buscarían su protección y su sombra. Esta carrasca se encuentra en el interior de una finca particular, y en la actualidad el acceso a la misma se encuentra cerrado con una valla. Tiene una altura de unos 15 mt y un diámetro de copa de 30 mt.
La Val de la Piedra y el Cucón 
Llamada así por la formación rocosa que se ve al fondo: El Cucón, es una una extraordinaria estructura de roca caliza que emerge, orgullosa y presumida, por encima de un frondoso bosque de pino carrasco
Paso angosto
El camino asciende hasta un pequeño puerto para cruzar la Cantera del Pinar y acceder a Foz Calanda
El Camino alto
Ya cerca del pueblo se ven esas curiosas formaciones rocosas que parecen proas de barco

Foz Calanda
Es una localidad del Bajo Aragón, situada en el valle del río Guadalopillo, a 22 kilómetros de Alcañiz. Probablemente su topónimo procede de la situación geográfica del núcleo poblacional, ya que para acceder al valle donde se encuentra, hay que atravesar una garganta o foz, que lo comunica con el término de Calanda. Otras teorías apuntan a la relación del topónimo con el hecho de su pertenencia al alfoz de Calanda.
Bien resguardada al amparo de la Sierra de Peñas Blancas, sinclinal que los de Calanda llaman La Clocha, es rica en fósiles, cabras montesas y buitres y se asemeja a una ondulante osamenta petrificada de una gigantesca serpiente de mar.

Banksy
Hasta a Foz ha llegado este singular artista... o la parece.

Calanda
 ¡Qué decir de este insigne pueblo que no se sepa...!
"En Calanda venden cocios,

en Alcorisda, pucheros.
En Castelserás, buenas mozas
y en Alcañiz buenos saleros.
En el barrio de Las Cantarerías es donde tradicionalmente residían y trabajaban los alfareros o cantareros de la localidad. La particularidad de la cerámica de Calanda es el material empleado, arcilla roja, y la forma de moldear, sin torno.  
Hacen tinajas, cuezos o cocios, cántaros y macetas. Su decoración puede ser de tres clases: pintura, relieve e incisiones. La pintura se usa generalmente en los cántaros y consiste en bandas circulares hechas con polvos de manganeso, disueltos en agua. El relieve se practica en la panza y cuello de las tinajas y cocios. Las incisiones alrededor de las vasijas con una simple caña, quedando un dibujo de rayas discontinuas.
El Cocio de Calanda se utilizaba para lavar la ropa con las cenizas del fuego, que hacían la función de la actual lejía y las tinajas se llenaban de agua en las masadas y aceite en las casas.
La cerámica de Calanda es fácilmente reconocible por las tres franjas oscuras que decoran todas las piezas Las rayas negras de la cerámica, eran una leyenda que en árabe decía: "ALA AK BAR (Alá es grande)". Al marchar los moriscos, los cristianos siguieron ésta artesanía, y como no sabían árabe hicieron las tres rayas negras.

El camino bordea las riberas al pie de las Peñas Blancas

La senda del Guadalopillo 
 Justo después de pasar un gallipuén, se toma la senda que discurre paralela al Guadalopillo

La senda del Guadalopillo 
Son unos 3,5 km de recorrido hasta la desembocadura en el Guadalope, junto al puente del Estrecho

La senda del Guadalopillo  
En algún tramo la senda va colgada, es etrecha, pero muy buena de ciclar

El Cañitúnel 
Cañar espectacular que forma un gran túnel en la senda, lo conservan muy arreglado para que se pueda cruzar por él.

El Cañitúnel 
 Los días de cierzo debe dar miedo cruzarlo... ¡Cómo deben crugir las cañas!

Acueducto de los Arcos
Zona recreativa de descanso bajo el acueducto sobre el Guadalopillo

Acueducto de los Arcos
Acueducto sobre el río Guadalopillo del s. XVI. El acueducto, construido en piedra sillar, está destinado a la conducción de agua de riego y consta de cinco grandes arcos de medio punto. Con una longitud de unos 100 metros y una anchura aproximada de 2 metros, constituye una de las obras hidraúlicas más importantes de la provincia de Teruel. Hoy en día todavía se utiliza para llevar agua desde el embalse de Calanda hasta el pueblo.
En los últimos años, junto con la rehabilitación de las riberas del río Guadalopillo, se ha creado en sus alrededores un espacio de merendero y paseo.
Las pasarelas 
Unas se cruzan a caballo...

Las pasarelas
 ... y otras como se puede

La senda del Guadalopillo
Toda la senda tiene mucha vegetación, con buenos sotos, y mucho lúpulo!!!

Torre de Las Marquesas
 Bonita torre an la huerta del Guadalope, perteneciente a una de las familias ricas de Calanda


Torre Buñuel
A su regreso de Cuba la familia de Luis Buñuel construyó en 1905 esta torre en Calanda, su pueblo.
La preciosa Torre Buñuel está situada a 200 metros del río Guadalope, cercana a las huertas.
Los Buñuel trajeron consigo de América diversas especies botánicas, como la araucaria, que singularizan el jardín posterior de la torre. Con el tiempo la finca pasó a otras manos.

El río Guadalope
El camino de vuelta sigue el curso del río. En esta zona está la azud donde nace la Acequia Grande o Acequia Vieja de Alcañiz que lleva el agua  hasta la Estanca, dando riego a la huerta de Castelserás, Alcañiz, Valmuel y Puigmoreno

La cueva Carnicer 
En esta cueva, cerca de Castelserás, está la cueva donde se mantuvo escondido una temporada el brigadier carlista Manuel Carnicer. Dicen que una familia castelserana lo cuidó y alimentó durante el tiempo que estuvo escondido. Y dicen... que una vez liberado de su encierro les donó dinero, tierras y fortuna a esta familia castelserana... 
Manuel Carnicer (Alcañiz, 1790 - Miranda de Ebro, 1835), fue  brigadier del ejército carlista protagonista del alzamiento en Aragón contra la regencia de María Cristina de Borbón. Inició  el levantamiento carlista en Alcañiz, reunió a siete guerrilleros y proclamó Rey a Carlos V, recorriendo con ellos los pueblos de Hervés, la Pobleta de Morella y Ortells (Castellón), llegando a las puertas de Morella con 22 hombres conminando a la fortaleza a su rendición. A la muerte de Rafael Ram de Viu, el Barón de Hervés, Carnicer asumió la jefatura militar del ejército carlista en el Bajo Aragón y Maestrazgo, obstaculizando la carrera militar de Cabrera, con quien tuvo muchos enfrentamientos y discusiones por el mando indiscutible de Carnicer. 
 Dirgiéndose al cuartel real del Pretendiente para recibir grado y órdenes, fue delatado, detenido por las fuerzas cristinas en Miranda de Ebro y fue fusilado allí el 6 de abril de 1835. Tras su muerte fue desmembrado para que no se pudiera encontrar su cuerpo. Cabrera se benefició inmediatamente con su desaparición, ya que finalmente fue nombrado como sustituto. Todo apunta a que Carnicer era partidario de convenir la paz con los Isabelinos a cambio de la devolución de los Fueros a Aragón, por lo que Cabrera fue quien lo denunció, para que la guerra siguiera, y con ella, su carrera militar.


El bancal 
Algún bancal de oliveras hubo que cruzar para continuar por el buen camino...

La vega del Guadalope 
Bonito paisaje el que conforma el río Guadalope en la zona de Los Frailes y Las tejerías

Ermita de Santa Bárbara 
Castelserás
La ermita de Santa Bárbara, es una construcción del s XIX. La ermita de Santa Barbara está situada en las afueras de la localidad y en lo alto de una colina poblada de pino carrasco. Es una construcción sencilla, realizada en mampostería y cantería. Posee una sola nave de cuatro tramos cubierta por bóveda de cañón con lunetos. A ambos lados se abren pequeñas capillas laterales. A los pies se dispone un pórtico definido por tres arcos en su frente y uno en cada uno de sus laterales.  Una sencilla espadaña, de ladrillo, remata la fachada principal.
La Torre Benedí
Con sus característicos y monumentales cipreses es una imagen característica de la huerta castelserana. 


Camino del Hospital
Ya se huele el pueblo...








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