sábado, 19 de mayo de 2018

SNDMO Montoro de Mezquita

Excursión senderista en Montoro de Mezquita -Maestrazgo- (Teruel). Haciendo un ocho se une una ruta circular desde Montoro al mirador de Valloré, barranco de Valloré, estrechos del Guadalope y, por las pasarelas volver a Montoro. Se completa el ocho con la circular a la ermita de San Pedro,  pinturas rupestres de El Cantalar y bajada al pueblo por la pista del barranco de la Carrera.
  • Tere y Juanjo 
  • Distancia: 9,5 km 
  • Desnivel acumulado: 700 mt 
  • Tiempo: 4h 35'
  • Sábado 19 de mayo de 2018
Montoro de Mezquita es un pueblo situado en pleno corazón del Maestrazgo, quizás con el entorno paisajístico más bonito de Teruel, a orillas del río Guadalope y a resguardo de la Rocha de la Galvica, una muralla dolomítica con impresionantes cinglos que sólo es capaz de superar el río.
El pueblo, de apenas 8 habitantes,  todos muy amables y cariñosos, está muy arreglado y da gusto pasear por sus estrechas y limpias callejuelas y acercarse a las eras para admirar la vega del río y la Rocha. Todo un remanso de paz y tranquilidad.
Llegamos al pueblo sobre las 9 de la noche para cenar y pernoctar, y cuando ya llegábamos a las eras nos dimos cuenta que había otra furgo estacionada allí, y , ¡quién nos lo iba a decir!... Eran Antonio y la Delia!!!
¡Qué sorpresa, qué alegría, qué alborozo...!  Cena, charradeta, unas copichuelas y a dormir.
¡Qué tranquilidad se respira en este entorno escuchando el canto nocturno de las pajaretes!
Nos levantamos temprano, nuestros vecinos madrugaron más, y desayunamos los cuatro al sol matutino y planeamos la excursión senderista de ese día al mirador y pasarelas de Valloré. Curiosamente también había programada una excursión de la asociación de amigos de los ríos de Alcañiz a este mismo sitio y fueron apareciendo poco a poco hasta reunir el grupo. Nosotros decidimos ir por nuestra cuenta.
El día pintaba bien, sol mañanero, pero con previsión de tormentas a partir del mediodía... ¡Non problem! Acabaremos antes la excursión...
Salimos sobre las 10 de la mañana siguiendo las marcas del sendero PR-TE-81 que van ascendiendo poco a poco, primero por buen terreno entre arbustos, para continuar, luego, por terreno más pedregoso hasta llegar a unas fajetas bien equipadas con sirga y grapas, sin ninguna dificultad técnica reseñable, que atraviesan la parte oriental de la muralla, y nos dejan a los pies del último tramo más empinado, también equipado, que se supera sin ninguna dificultad.
Llegamos al mirador de Valloré (45') y nos quedamos casi paralizados con las fantásticas vistas que hay hacia el barranco de Valloré y el paso del río Guadalope por estrechos congostos con formaciones rocosas espectaculares. ¡Una maravilla!
Pasamos un buen rato admirando este sorprendente paisaje y vimos subir del barranco a cuatro senderistas que nos explicaron que venían de las pasarelas haciendo la circular... ¡Buena idea! Nos dieron las indicaciones justas y precisas e iniciamos la bajada hacia el barranco de Valloré.
Seguimos trazas de senda y algún hito, el terreno era bueno, aunque había que ir con precaución, y bajamos en diagonal por la ladera norte de la Rocha de la Galvica hasta llegar al fondo del barranco. Una vez allí lo descendimos hasta llegar al estrecho de Valloré.
Las previsiones de lluvia se cumplieron, aunque un poco más pronto de lo que pensábamos, nos dirigimos hacia las pasarelas, y como la lluvia arreciaba, nos metimos debajo de una piedra para protegernos hasta que escampara.
Este tramo del río es espectacular, con unas paredes verticales impresionantes, y que sólo se puede superar mediante unas pasarelas de madera colocadas en la roca.
Cuando paró de llover continuamos por las pasarelas y volvimos al pueblo dando la vuelta por la huerta. Era la una del mediodía.
Una vez en las eras nos juntamos con unos cuantos de los  de la excursión de los ríos y comimos allí en las mesas que hay en la zona de picnic.
Descansamos un buen rato y continuamos nuestra excursión a la ermita de San Pedro.
El sendero sale junto al lavadero del pueblo, recorre un tramo de huertas en la vega del río y comienza a subir por la ladera sur de la Rocha de San Pedro hasta la ermita. Es una senda muy bonita y tranquila. En 45' se llega.
Continuamos por el sendero indicado hacia las pinturas del Cantalar que va zizaguenado por el pinar hasta el collado de la Rocha y sigue por la otra cara de la sierra hasta encontrarse con la pista que viene del pueblo. Allí está el desvío a las pinturas rupestres del Cantalar.
Nos acercamos a verlas y, ya acechando la lluvia, iniciamos la vuelta a Montoro por la pista que baja por el barranco de la Carrera y en 30' nos presentamos en las eras.
Ha sido una excursión muy bonita, espectacular por el entorno y las vistas y accesible para todo el  mundo. Para repetir.


Track de la excursión:

Wikiloc: Circular a la Rocha de la Galvica y San Pedro (Montoro de Mezquita-Mirador Valloré-Ermita San Pedro- El Cantalar)

Mapa del recorrido
Furgoperfecto
Las eras de Montoro son un sitio ideal para pernoctar con la furgo

El soto del Guadalope
Desde las eras se contempla el soto del río y las huertas de Montoro. Al fondo la Rocha de la Galvica

Las eras de Montoro
En las antiguas Eras de Montoro se ha construido una pequeña Área Recreativa que aprovecha el mirador natural hacia el valle del Guadalope. La misma dispone de una zona de arbolado con dos mesas y un asador equipado con parrillas, además de una fuente y columpios para los más pequeños. La zona se completa con varios paneles de interpretación, que nos informan de las características del entorno y del uso de las Eras dentro de las labores agrícolas.



Poste de sendero PR-TE 81
Bifurcación del sendero. A la derecha a las pasarelas, a la izquierda al  mirador de Valloré

La calzada 
¡Lo que trabajaban antes para poder alimentar a la familia! Se aprovechaban todas las tierras disponibles por muy inaccesibles que fueran construyendo buenas calzadas de piedra para abancalar el terreno y poder trabajarlas


El sendero
Se va ascendiendo poco a poco, primero por buen terreno entre arbustos, para continuar, luego, por terreno más pedregoso



Las fajetas 
El sendero lleva a unas fajetas bien equipadas con sirga y grapas, sin ninguna dificultad técnica reseñable, que atraviesan la parte oriental de la muralla, y nos dejan a los pies del último tramo más empinado

Montoro de Mezquita
Situado al cobijo de riscos y cinglos, sobre el sinuoso fluir del río Guadalope, se encuentra Montoro de Mezquita, singular enclave del Maestrazgo turolense. Merece la pena desviarse de la carretera y recorrer el pequeño valle que da cobijo a esta población de apenas 8 habitantes.

El sendero
En este punto el sendero discurre por la roca, ascendiendo hasta alcanzar el portillo que supone el paso al valle de Valloré

Buenas vistas
Montoro de Mezquita, el valle del Guadalope y el estrecho de las Tajadas

Amigos de los ríos 
Para este día había programada una excursión de los amigos de los ríos de Alcañiz a los estrechos de Valloré y, guiados por un forestal, recibieron todo tipo de expliciones sobre fauna, flora y geología de la zona. ¡Todo un gustazo!

Bien equipado 
El último tramo rocoso más empinado está bien equipado con sirgas y grapas, sin ninguna dificultad técnica, que se supera sin problemas
Mirador de Valloré 
La panorámica desde el mirador hacia el barranco de Valloré y el paso del río Guadalope por los estrechos es impresionante

Muralla dolomítica
Una gran  muralla de rocas, dolomías y calizas, cierra el paso entre las tierras de Aliaga y Montoro, solo superada por la corriente del Guadalope, que han excavado un pequeño estrecho por donde discurren sus aguas.


¡Vaya cinglos!
Sobre Montoro una roca, y sobre ella un animal de singular silueta, el buitre leonado


Cuidadínnnnnn


Las huellas del pasado 
Este entorno es consecuencia de una larga evolución geológica. En el Terciario se produjo la emersión y elevación de los materiales sedimentados produciéndose también fuertes plegamientos de los que son digno ejemplo los Órganos de Montoro. Durante el Cuaternario se produjeron los procesos de erosión y sedimentación con un progresivo encajonamiento de la red fluvial. De todo ello son testigos los abundantes fósiles marinos que se encuentran en la zona.

Mirador de Valloré


La Rocha de la Galvica
Así llaman a la muralla de calizas y dolomías que separa  Montoro de Aliaga

Desde lo alto de las pasarelas

Allá deben estar los órganos de Montoro  
Quedan entre Villarluengo y Ejulve, Maestrazgo turolense, y son una gran formación caliza de estratos subverticales de edad cretácica

En la Pinganeta 
No hay como subirse a cualquier pinganeta para disfrutar, más si cabe, del paisaje que nos rodea


Estrechos de Valloré 
El río Guadalope ha sido el único capaz de atravesar esta muralla... ¡sus años le ha costado!

El río Guadalope 
Se encaja en Aliaga después de unir sus aguas con las del Val de Jarque. Atraviesa una bellísima zona de estrechos entre Aliaga y Montoro, donde el valle se abre para ofrecer una estrecha pero fértil huerta, volviendo a encajarse en numerosas hoces y gargantas hasta el embalse de Santolea.


Barranco de Valloré 
A la izquierda de los estrechos queda el barranco de Valloré que baja directamente del cerro Macerón (1.511 m)

No te cansas de mirar

Barranco de Valloré
La vuelta se puede realizar por el mismo camino o bien, para los más aventureros, se puede bajar hacia el barranco de Valloré hasta llegar al río. Para ello, habrá que seguir una pequeña senda perdida en algunos tramos que inicialmente nos conduce horizontalmente hace la izquierda (inicio del barranco), para luego descender hacia el final del barranco, donde podremos alcanzar la senda del río
Masía de la Puente
Después de los estrechos de Valloré se encuentra esta masía, ya en término de Aliaga. Al fondo, la Boca del Infierno, otro estrecho paso del Guadalope

Estrecho de Valloré
O nadas, nadas o no cruzas, cruzas

Hacia las pasarelas
Al final del barranco de Valloré la senda nos dirige de vuelta al pueblo  por medio de las pasarelas

¡Vaya tajo!
Cuesta creer que por ese estrecho tajo vaya el Guadalope, pero el agua es muy fina...


Las pasarelas 
Las pasarelas instaladas en el estrecho de Valloré  permiten acceder de forma cómoda y sencilla a este espectacular entorno natural

Caos de piedras
Estos bloques de piedras son producto de los desprendimientos despejados por la erosión de las aguas bravas del río Guadalope 

Las pasarelas 
Estas pasarelas en los estrechos han convertido esta ruta en una bonita excursión para toda la familia

Los tejos 
Una grata sorpresa nos llevamos al encontrarnos con estos ejemplares de tejo propios de las zonas montañosas, con ambientes frescos y húmedos, y que prefieren los terrenos calizos. Son árboles muy longevos, pudiendo llegar a alcanzar hasta los1500 años de vida.

Un dicho popular inglés recoge una enigmática tradición que hace referencia al tejo como el ser vivo más longevo:

Las vidas de tres zarzos, la vida de un perro.
Las vidas de tres perros, la vida de un caballo.
Las vidas de tres caballos, la vida de un hombre.
Las vidas de tres hombres, la vida de un águila.
Las vidas de tres águilas, la vida de un tejo.
La vida de un tejo, la longitud de una era.
Siete eras desde la creación hasta el día del juicio. (Una era son 749 años)

Las pasarelas
Se han instalado casi 200 metros de pasarelas, actuación que ha permitido abrir el primer estrecho, el que lleva hasta el barranco de Valloré. El itinerario  descubre un entorno impresionante, por sus inmensas paredes verticales, sus formaciones geológicas, la calidad de sus aguas, la fauna y la vegetación ribereña.
Las pasarelas

Las pasarelas

Azud de los Chorros 
Acabadas las pasarelas la senda pasa junto a unas  pequeñas cascadas que produce el azud

Las huertas
A medida que dejamos la ribera, nos encontramos con campos producto de la deforestación para el aprovechamiento agrícola y ganadero. Pequeñas parcelas abancaladas y que hasta el éxodo a las ciudades fue el medio de subsistencia junto con la ganadería de la gentes que ocuparon este pueblo

Los piedros
Último obstáculo antes de llegar al pueblo. Baja tanta agua por el río que casi las cubre

¡A comer!

Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora
Montoro de Mezquita

La Rocha de San Pedro
Desde el pueblo  se ve la senda en la Rocha de San Pedro que sube en diagonal hasta la ermita 

Montoro de Mezquita
Panorámica del pueblo desde las huertas del Guadalope

La senda de la ermita
El sendero es bueno y nos conduce en diagonal hasta la ermita. Por aquí suben los romeros de Montoro a  festejar a su patrón

Ermita de San Pedro la Roqueta
Montoro de Mezquita
Cuenta la tradición de Montoro y su comarca que la Santa Imagen de San Pedro, aquí venerada, fue hallada en un pozo del mismo peñón, y se le dedicó esta ermita
Ermita de San Pedro de la Roqueta
Montoro de Mezquita
Este Santuario, ya antiguo por los años 1353, se hizo memorable por el favor siguiente y sus circunstancias raras:
Por los años de 1350 se padeció por siete años grande necesidad de agua en nuestro Reino de Aragón y especialmente en la Bailía de Cantavieja. Hacíanse continuas rogativas y penitencias, pero irritada la Justicia Divina negaba el socorro a la tierra. Creciendo, pues, la aflicción de los pueblos, en medio de aquellas penitencias y a mitad de ellas, determinaron siete mozos naturales de la villa de Villarluengo salir de su patria en romería y penitencia visitando todos los santuarios de nuestro reino, y de otros, e implorando la Divina Piedad. Ejecutada esta romería, y no lloviendo como rogaban al Señor, volviendo ya a sus casas se les ocurrió visitar la ermita de San Pedro de Montoro, no muy distante de su patria. Visitaron devotos este Santuario y luego se cubrió de nubes el cielo y comenzó a llover. Dieron gracias al Santo Apóstol y tomando viaje a su patria, repitiose la lluvia con tanto ímpetu que hallándolos extenuados de penitencias y trabajos murieron los siete en el camino. Fue singular el gozo de Villarluengo y de otros pueblos, en la lluvia tan deseada. Pero se aguó en parte el gozo con la muerte de aquellos dichosos mozos.

Ermita de San Pedro de la Roqueta
Montoro de Mezquita
Actualmente, la peregrinación se realiza el sábado siguiente al día 25 de abril (San Marcos), saliendo en romería desde Villarluengo y Montoro de Mezquita. El viernes, en Villarluengo, se realiza la subasta de la bandera, la cruz y los tres báculos, por los que pagan todos aquellos que quieran portarlos a lo largo de la romería.
El orden procesional siempre es el mismo: la bandera, los cofrades entrantes, la cruz, el prior, un grupo de hombres y el primer báculo, otro grupo de hombres y el segundo báculo y, a unos 20 m, el báculo de las mujeres pues van todas con él. Poco antes de llegar a la Ermita, la procesión de Montoro sale a buscar a la de Villarluengo hasta un punto anterior el barranco de San Pedro. En la piedra que marca la tradición, se besan las banderas y ambas procesiones continúan unidas hacia la Ermita. Primero la bandera de Villarluengo, luego la de Montoro, para continuar con la cruz de Villarluengo y detrás la de Montoro. En la despedida, el orden cambiará y Montoro será el primero. De esta forma, se entra a la Ermita y tras un pequeño descanso y las salutaciones respectivas, se celebra la misa en honor de los primeros peregrinos.
Después, es tradición el obsequiar a los asistentes con un plato de judías con arroz, vino, café y copa. A primera hora de la tarde se reza un responso en el comedor de los cofrades, tras el que se inicia el regreso.


La senda hacia las pinturas
Continuamos por el sendero indicado hacia las pinturas del Cantalar que va zizaguenado por el pinar hasta el collado de la Rocha de San Pedro

Collado de la Rocha de San Pedro
La senda cruza la Rocha a la cara norte y se ve el barranco de la Carrera que nos llevará luego al pueblo

Panorámica desde el collado de la Rocha de San Pedro

Pinturas rupestres el Cantalar
Bóvido
El abrigo de El Cantalar se encuentra a 1173 m de altitud, en la vertiente izquierda del barranco de San Pedro, que desemboca en el Guadalope, en las inmediaciones de Montoro de Mezquita El hallazgo del conjunto rupestre de El Cantalar I se produjo en el verano de 2007, en el transcurso de unas prospecciones arqueológicas previas a la realización de una cantera.Tan sólo se han podido documentar diez motivos pictóricos, con un desigual estado de conservación que hace que tan sólo cinco representaciones resulten reconocibles.
Pinturas rupestres el Cantalar
Ciervo
A pesar de no haberse conservado completa, se trata de la representación mejor conservada y más fácilmente observable de todo el conjunto.
Montoro de Mezquita
Vista desde el barranco de San Pedro

Las masías
La masía es un pequeño núcleo de hábitat disperso y centro de una explotación agropecuaria y ha sido el eje vertebrador del Paisaje Cultural del Maestrazgo durante los últimos ocho siglos; desde ellas se explotaba y gestionaba de 2/5 a 2/3 partes del territorio de la comarca. Por ello, no es exagerado afirmar que la masía constituye la principal característica del paisaje del Maestrazgo. 
Hoy en día este exitoso y longevo modelo de adaptación humana a las limitaciones de un espacio de montaña media, se encuentra sumido en una profunda crisis, que se prolonga ya durante más de cuatro décadas. Es un hecho incuestionable que el mas, tal y como lo conocieron y concibieron las más de treinta generaciones de masoveros que lo poblaron, parece irremisiblemente condenado a desaparecer.
Aún hay un centenar de masías habitadas (1/10 parte que hace un siglo); varios cientos más de edificios (tal vez medio millar), se encuentran en un estado de conservación relativamente bueno; aún subsiste un apreciable número de antiguos masoveros, que guardan en su memoria una valiosa información sobre la forma de vida y el sistema de explotación de las masías en el mundo rural tradicional.
Pero hay  muchas, muchas, en total degradación y abandono...
Camino a Montoro
De vuelta a Montoro por la pista que baja por el barranco de la Carrera. Nos acompañan buenos ejemplares de carrasca



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