Las Negras-Fernán Pérez-Agua Amarga-Cala del Plomo-Cala San Pedro-Las Negras
- Lunes 28 de marzo de 2016
- Juanjo y Teresa
- Distancia: 50,12 km
- Desnivel acumulado: 1.091mt
- Tiempo: 8 h 5' incluidos los descansos (5 h 30' en movimiento)
Después de pensar y pensar dónde podíamos pedalear con buen
tiempo en el mes de marzo, nos decidimos por esta parte del sureste del país donde el sol está
asegurado buena parte del año: El Cabo de Gata.
Para llegar allí, hicimos parada en Cartagena, bonita ciudad
portuaria de Murcia. Esta ciudad ha cambiado mucho en los últimos años y ha
sacado a relucir sus restos romanos, dándole mayor esplendor a la ciudad. No
hay que dejar de visitar el Teatro Romano, el Ayuntamiento, el puerto con su
paseo, el monumento a los héroes de Cavite, el ARQUA (Museo Nacional
Arqueológico Submarino) el barrio del Foro Romano, las Fortalezas, etc. Y si te
gusta el mar hay allí, cerquita, varias playas que son una delicia: Cala
Cortina, Callblanque, La Azohía…
Además, hay allí una pareja, castelturiasense, que te acogen
de maravilla y te acompañan a esos rincones de la ciudad al que no llega el
turista ocasional.
A la mañana siguiente madrugamos y llegamos a Las Negras a las 9,30 de la mañana, donde iniciamos la excursión
de BTT.
Cogimos la carretera que lleva a Las Hortichuelas subiendo el puerto, para después desviarnos por un
camino a la altura de Hernán Pérez que nos lleva a la Cortijada de Pozo Usero. Nos acercamos a ver los pozos de agua que salpican el desierto almeriense y “¡tienen agua!”.
Por una carretera estrecha comarcal
llegamos a la zona de minas, y atravesando una finca enorme de nectarinas,
subimos a la vía verde del mineral
que nos condujo directamente a Agua
Amarga.
Corresponde a la antigua línea de ferrocarril que
transportaba el mineral de hierro desde Lucainena de las Torres hasta el puerto de Agua Amarga, 32 km en total.
Después del bocata de jamón y queso, enfilamos una empinada
senda que nos conduce a la playa de la
Cala de Enmedio, solitaria playa que sólo
se accede andando o con TT.
De allí fuimos a la
Cala del Plomo por unos caminos un poco
pedregosos y encontramos en mitad del secano ¡dos hermosas palmeras con una
fuente-manatial de agua fresca!
Ya en la playa, comimos fruta y barritas y miramos “El
Turmalet” que nos esperaba. Por allí aparecieron unos jovenzazos de Vitoria a
quienes preguntamos cómo estaba la subida. Nos lo pusieron bastante negro:
- La subida es fuerte, no sé yo… Hay trozos con escalones,
que son hasta peligrosos…No es que os vea mayores… no, hombre, no… es que yo
no lo haría y soy más joven.. y he hecho bici, eh… dijo el de Vitoria.
A lo que respondió uno de Castelserás:
- Tere, ¡ponte las zapatillas que arreamos parriba!
Y allí que nos fuimos. Eran las 3 de la tarde y teníamos
fuerzas.
Enfilamos la senda y, la verdad, bastante bien. Eso sí,
arrastrando o llevando la bici al hombro todo el rato. En media hora estuvimos
arriba; luego un llano donde pudimos pedalear, unos 20' y, finalmente, la bajada a la cala de San Pedro, otra media hora.
Fue lo que más nos costó, porque descendimos cerca de 300 mt
por una ladera muy empinada y bastante deshecha, que llegaba hasta la cala. Por
supuesto, arrastrando la bici… ¡ganas tuvimos de mandarla a rodolón!
El esfuerzo lo compensamos con las buenas vistas que tuvimos
de toda la costa.
La cala de San Pedro es una playa nudista de tranquilas aguas, que no tiene acceso en coche y la han convertido en el lugar donde se asienta una pequeña comunidad hippie. Hay un par de casetas, la Torreta (en verano hay bar) y el castillo... y ¡una fuente de agua fresca!
La playa es de aguas cristalinas y tranquilas siendo un paraíso para el descanso, donde se pueden encontrar abruptos fondos rocosos a ambos lados de la cala, en donde habitan majestuosos meros y grandes praderas de posidonea en el centro.
Actualmente no está permitido acampar, pero es frecuente en la estación estival ver multitud de tiendas de campaña a lo largo de toda la orilla de la cala .
De aquí, por un sendero, llegamos a Las Negras, donde habíamos dejado la furgo.
Acampamos en el camping Los Escullos donde nos dieron buena cerveza y copiosa cena.
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El paisaje es semidesértico con una vegetación muy pobre y muy resistente a la sequía... |
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...aunque muy salpicada por abundantes pozos que convierten esta tierra en un vergel, gracias al sol y a los plásticos |
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Típica casa de campo, blanca y sin tejados |
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Gracias a estos pozos hay extensas plantaciones de frutales, nectarinas en este caso, tempranas para madurar en mayo |
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Vía verde del ferrocarril del mineral de hierro |
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Algún olivo ya vimos.. pero , pocos, pocos |
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El ferrocarril de mineral comunicaba las minas con el puerto de Agua Amarga, 35 km de vía |
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Agua Amarga, ¡jo, qué bici! |
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Playa de Agua Amarga, azul y clara!!! |
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Rampas de subida después del pueblo |
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Agua Amarga es un pueblo muy tranquilo, con casas típicas de esta zona y una costa muy escarpada |
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Prr una bonita senda bastante ciclable accedimos a Cala de Enmedio, playa inaccesible a los coches | | | | | |
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Cala de Enmedio, playa muy solitaria y con una agua turquesa que dan ganas de no sé qué... |
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Con una arena bastante compacta y ciclable |
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Para accdecer a la Cala de Plomo dimos un buen rodeo y nos sorprendió que en medio de tanta sequía aparecieran estas palmeras y ¡una fuente de agua fresca! | |
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Cala del Plomo |
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¿No seréis capaces de subir por ahí...? ¡Es hasta peligroso! ¡A que no...! |
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Y seguía y seguía... pero, a trozos era ciclable y... ya lo creo que subimos... |
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Las vistas eran espectaculares. Mereció la pena |
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En la zona alta la senda era bastante ciclable con abundante hierba alta, tipo fenazo. |
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¡Dale caña! |
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¡Qué bonitas vistas! |
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Después de un "subeybaja", llegamos al bajadón. |
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¡Y qué bajadón! Casi 300 mt de desnivel en una ladera hasta la misma playa |
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La vista de Cala San Pedro era muy bonita |
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Y había que bajar como fuera, arrastras, al hombro o a rodolón!!! |
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La cala es un excelente lugar para el baño y la práctica del naturismo,
con mezcla de arenas finas y más gruesas. La cala cuenta con una
comunidad de personas que viven allí todo el año, los llamados hippies
por la gente del parque, que viven primordialmente de la confección de artículos manuales hechos con cuero, conchas u otros materiales. |
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Estos habitantes han construido sus hogares con materiales de la zona y viven desconectados de la modernidad y en harmonía con el entorno.
En verano el número de habitantes se incrementa pudiendo encontrarse
varias tiendas de campaña de jóvenes que han ido a pasar el verano o
algunos días. |
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Entre los habitantes habituales, los temporales y los
turistas, puede que si visitemos la cala en los meses de verano nos
parezca masificada, pero el resto del año es un remanso de paz y tranquilidad. |
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Una de las singularidades de esta cala es que tiene vegetación y una fuente natural de agua potable, que han permitido vivir a sus habitantes en cierto aislamiento. |
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En la misma cala podemos visitar las ruinas del Castillo de San Pedro,
con una torre del siglo XVI, que fue construido para defender la cala y
la fuente de los piratas berberiscos. Más tarde se construyeron más
estancias adosadas a la torre que se utilizaron como cárcel. |
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Dejamos la playa atrás y nos tocó subir otro rato más para rodar por una bonita senda hasta Las Negras |
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Las manchas más oscuras corresponden a praderas de Posidonia oceánica, una planta acuática endémica del Mediterráneo. Florece en otoño y produce en primavera frutosflotantes conocidos vulgarmente como olivas de mar. Forma praderas submarinas que tienen una notable importancia ecológica. Dentro de ellas viven muchos organismos animales y vegetales que encuentran en las praderas alimento y protección. Se la considera un buen bioindicador de la calidad de las aguas marinas costeras.
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Las Negras |
¡Cómo me gusta! Además todavía no habíamos visto fotos :)
ResponderEliminar¡Pinchos ahi!
Ahora me iba yo para San Pedro sin pensarlo, vaya!
ResponderEliminarY quién no? María
ResponderEliminarQue os estamos esperando a todos en Cartagena
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